Hacia el fin del encuentro, el público hizo preguntas que el filósofo aprovechó para definir su postura respecto de temas capitales: Los excluidos, ¿nuevo sujeto histórico? “Sí, porque son la vieja clase obrera humillada por este modelo universal, que ya no tiene que ver con la producción en fábricas, sino con el capital financiero. Los marginados –que son el terror de cierta clase media argentina– pronto serán muchos más en todo el planeta. Querrán matarlos con el paco, y no podrán. Eso sí, el día que se harten, nos van a barrer a todos.” Otra: ¿Qué antinomia hay entre el Gobierno y el capital globalizado? “Yo quisiera que hubiera una distancia mayor. Por ahora apoyo al Gobierno porque la oposición que tiene es repugnante. El año pasado surgió la posibilidad de redistribuir algo y le hicieron estallar el país. Por otro lado, en el plano concreto es dificilísimo desafiar al orden internacional, porque el Imperio reconoce que está en una ‘guerra global’ y no dudará en atacar. En resumen, no puedo regalar esperanzas. Lo que sí propongo es que frente a la fuerza opongamos inteligencia. Que mostremos que no somos idiotas, y que los que sostienen la injusticia no tienen la razón.”