¿Cómo lo toca el conflicto que están teniendo Uruguay y la Argentina respecto de Botnia?

–Alguien está mintiendo. Si mienten del lado de Uruguay, me daría mucha vergüenza. Si mienten y realmente la pastera contamina, porque esa fábrica debe contaminar la tierra, probablemente el río, me da vergüenza... Es un monstruo gigantesco. Entonces, si mienten del lado de Uruguay, es espantoso para mí. Ahora, si es verdad que no contamina, bueno, no contamina. Si fuera el presidente de Uruguay, cortaría el puente del lado de Uruguay y listo, ahí se terminó el pedo... Como quince años atrás, cuando no había puente. No pasa nadie y punto, porque vos no podés estar esperando si pasan o no, si es de noche o de día, o si cruza la hinchada de Estudiantes. Otro problema es que en la Comisión Administradora del Río Uruguay nunca había quórum para determinar si contaminaba o no. Ellos dicen que del lado argentino hay plantas que contaminan y están funcionando. Es un gran dilema. No va ni para un lado ni para el otro. No sé. Hay de todo escrito en los periódicos, onda “del lado de la Argentina pusieron no sé cuántas pasteras, pero nadie le preguntó a la CARU, ¿por qué le tenemos que preguntar nosotros?” No sé.

–¿Apoya a Mujica?

–Mire, no sé qué gobierno de Sudamérica puede hacer algo porque, en mi concepto, en Sudamérica hace 200 años que hay presidentes de todas las tendencias y el 50 por ciento de la población sigue viviendo bajo la línea de pobreza. América del Sur es la segunda región más rica del planeta, la mano de obra es baratísima y no puede estar en estas condiciones. Dos siglos de presidentes, senadores, diputados, ediles, militares, coches, choferes, fiestitas, whiskies, masitas... ¡y esto es un quilombo!

–Su punto de vista es al menos escéptico...

–Soy pesimista. Y es porque no puedo entender por qué estamos en este estado de cosas.