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Viernes, 9 de julio de 2004

INUTILíSIMO

Un cutis intachable

Se puede alcanzar esa belleza impecable a la que todas sanamente aspiramos si hay verrugas en nuestro rostro o en alguna otra zona de nuestro cuerpo? Desde luego que no, por eso Inutilísimo está hoy consagrada a la eliminación de toda la superficie de la piel de esas antiestéticas excrecencias oscuras que tanto rechazo pueden inspirar (basta con pensar en la Madrastra de Blancanieves de Walt Disney). Como es usual, recurriremos a las fuentes más confiables, tal el caso de Los pequeños secretos de los grandes curanderos (Gedisa, México, 1984), de experto francés Michel Bontemps, autor de esta “guía eficaz e indispensable para curar nuestras afecciones cotidianas sin drogas inútiles, costosas o perjudiciales, con toda la sabiduría que imparte la Madre Naturaleza”.
Aunque a algunas descreídas les suene extraño, Bontemps sugiere, en primera instancia, recurrir a la viejísima receta del nudo de cordel, a saber: elegir un cordel de cáñamo de 21 centímetros, hacerle 3 nudos y enterrarlo en estiércol. Cuando el cordel se haya podrido, las verrugas caerán como hojas en otoño. Tal como lo leen. El cultor de medicinas tan alternativas dice que no hay que buscar explicaciones y aceptar el misterio... Si no consiguen cordel o estiércol, pueden probar el famoso cataplasma de ajo: esto es, un diente chico de la citada lilácea picado fino aplicado sobre la verruga con un apósito (se aconseja emplear protectores de callos), que debe cambiarse diariamente hasta que la verruga se dé por vencida.
Otra incitante y perfumada posibilidad: cortar una raíz de salsifí (se consigue en verdulerías surtidas) y dejar chorrear su jugo blanquecino sobre la excrecencia en cuestión, repitiendo todas las noches. Finalmente y sin salir de la cocina, nuestro territorio, podemos intentar con el cataplasma de puerro, asimismo muy aromático: separen una hoja bien verde y colóquenla en vinagre de manzana durante cuatro días, cumplidos los cuales se la aplicarán por las noches en la zona correspondiente (devolviéndola al vinagre durante las horas diurnas). A los 8 días, toda verruga perecerá. Si les queda un hoyo, taparlo con un trozo de hoja de repollo para que cicatrice bien. Y si beben todas las mañanas una solución de 20 gramos de cloruro de magnesio en 1 litro de agua de Volvic (?), podrán decirle chau para siempre a verrugas, verruguitas y verrugones, y enfrentar el mundo a cara bien limpia.

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