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Lunes, 6 de diciembre de 2004

FúTBOL › LE GANO A ESTUDIANTES EN LA PLATA Y RESISTE

Vélez vive de esperanzas

Quedó a tres puntos de Newell’s cuando falta una sola fecha, y depende casi de un milagro para ganar el Apertura. Cubero y Bravo marcaron los tantos del equipo de Fanesi, aunque Zárate marró un penal. El equipo de Merlo desnudó sus carencias y terminó claramente superado, pero los hinchas le agradecieron el esfuerzo de todo el torneo.

 Por Daniel Guiñazú

Vélez ganó donde nadie pudo. Y el regocijo por haber llegado a la última fecha como el único capaz de estropearle la fiesta a Newell’s, debe convivir, por estas horas, con cierto ánimo de reproche por los puntos desperdiciados. Algo dejó de tener el equipo de Fanesi para no estar más arriba de donde ha conseguido estar. Algo tiene para que sus últimos dos triunfos hayan dejado fuera de carrera a otros tantos candidatos al título.
La versión que se alzó con los tres puntos en La Plata no brilló como la que derrotó a River en Liniers. Corrió tanto como hace una semana, lució bastante menos, pero aun así logró hacer diferencias. Hubo una novedad y fue la manera en que el técnico Fanesi paró el equipo en la cancha: dejó tres en el fondo (Fuentes, Pellegrino y Pellerano), lo mandó a Cubero como volante por la derecha, y puso a Castromán y a Bravo como doble enganche para surtir de juego a Valdemarín y Zárate.
El gol de Cubero a los 11 minutos (un zurdazo cruzado que pegó en el palo derecho de Herrera y se metió) afirmó a Vélez en su esquema y en su actitud. Después del 1-0 mantuvo la concentración para morder por toda la cancha, y manejó mejor la pelota a partir de los quites de Somoza, del despliegue por los costados de Castromán y Gutiérrez, y de la inteligencia de Bravo para ganarle las espaldas al chileno Meléndez. Costó traducir en llegadas esa superioridad en el medio, porque Valdemarín y Zárate no estuvieron rápidos y precisos. Pero la diferencia no corrió riesgos. Sin nadie que armara fútbol desde el medio (Sosa fue de punta y no pesó nunca), Estudiantes se pasó todo el primer tiempo (todo el partido puede decirse sin exageraciones) tirándole pelotazos a Pavone que, invariablemente, rechazaron los defensores o descolgó Sessa.
En la segunda etapa, Vélez dio un par de pasos atrás para aguantar y salir de contraataque. Y la apuesta tuvo un resultado inmejorable. Estudiantes siguió sin poder llegar, por más que Merlo arriesgó como nunca poniéndolos a Maceratesi y a Silvani para reforzar las embestidas de Pavone. Y con los espacios a favor por el adelantamiento ciego y tenso de Estudiantes, Vélez pudo haber goleado. Bravo estrelló un hermoso zurdazo en el travesaño, Zárate ejecutó horriblemente un penal (mano de Colotto) que se fue demasiado lejos del arco de Herrera y, en una réplica ajustada, Bravo definió el partido y la suerte de ambos.
La esperanza, tenue pero real, se fue a vivir en Liniers, al menos por una semana más. La decepción se quedó en La Plata, pero nadie pareció demasiado dolorido. Los hinchas de Estudiantes despidieron a los jugadores sin reproches, con una ovación conmovedora. Le agradecieron al plantel y a Merlo una campaña que nadie suponía al comienzo del campeonato. Entendieron que el equipo no daba para más.

Estadio: Estudiantes.

Arbitro: Sergio Pezzotta.

Goles: 11m, Cubero (V); 84m, Bravo (V).

Cambios: 46m, Maceratesi (4) por Carrusca (E); 57m, Romero (4) por Gelabert (E); 68m, Bardaro por Valdemarín (V); 70m, Silvani por Sosa (E); 77m, Sena por Castromán (V), 86m, Ocampo por Bravo (V).

Incidencia: 64m, Zárate (V) desvió un penal.

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Cubero celebra su gol, el primero de Velez. Fuentes va a su encuentro.
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