Después de una semana turbulenta por los vandálicos destrozos de la barra brava de River, el partido que se jugó en las tribunas cobró una inusual notoriedad. A diferencia del escenario que ofrece el Monumental en cada partido, la multitud que se acercó a la cancha no coreó ni festejó el ingreso al estadio del grueso de la hinchada que, hasta el primer gol de Higuaín, exigió de manera insistente más sacrificio a los jugadores.

“Los Borrachos del Tablón” cumplieron con su rutina: entraron minutos antes de que comenzara el partido y ocuparon su lugar en la tribuna. Aunque en esta ocasión la canción que anuncia su ingreso apenas se escuchó. Los plateístas optaron por un silencio casi programado. De todos modos, nada pareció cambiar para los barrabravas.

Con el correr de la primera mitad y ante la pálida imagen que dejaba el conjunto dirigido por Daniel Passarella, los hostiles cantos comenzaron a sucederse. “Pongan huevo” fue el hit que eligió la hinchada para despedir a un equipo que, hasta ahí, desplegaba un flojo rendimiento. En la segunda etapa, el gol de Higuaín descomprimió el clima que se vivía en las tribunas. Los hinchas sólo se preocuparon por festejar y corear en contra de su eterno rival.

Informe: Hernán Matz.