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Domingo, 12 de enero de 2003

EN EL QUIOSCO › RESEñAS

¿Quién le teme a Virginia Woolf?

VIRGINIA WOOLF. LA MEDIDA DE LA VIDA
Herbert Marder
trad. Eduardo Hojman
Adriana Hidalgo
Buenos Aires, 2002
422 págs.

POR WALTER CASSARA

“Toda escritura –dice Virginia Woolf (1882-1941) en sus Diarios– no es más que poner palabras sobre la espalda del ritmo.” Esta creencia –que hoy no es una novedad– se opone al concepto tradicional de ficción y alienta una cruzada de obras excepcionales y sofocantes producidas durante la primera mitad del siglo XX, entre las que se encuentran (para dar sólo algunos nombres) el Ulises de Joyce, El proceso de Kafka, La tierra baldía de T.S. Eliot y Las olas de Virginia Woolf.
Para un biógrafo, lo difícil es desligar el tramado secreto que pone en funcionamiento la obra; articular el trabajo de un escritor y la acumulación cotidiana de acontecimientos nimios como resfríos o cartas sin caer en el panegírico ni en la crónica complaciente. El método de Marder es riguroso: sigue al pie de la letra las coordenadas trazadas por su personaje, pero también se ocupa de recobrar el punto de vista del sujeto biográfico. Marder define este procedimiento de escritura como “alobiografía” (del griego állos: otro) y consiste en establecer un compromiso con la otredad: “Escuchar realmente lo que Virginia Woolf dijo y no lo que uno esperaba que dijera, trazando las motivaciones y el núcleo de identidades marcado por sus propias palabras”.
Éste es el interés principal que despierta La medida de la vida: más que una mera biografía, un ensayo literario que aborda con un estilo irrefutable los últimos diez años de la escritora, aquellos que van desde 1930 hasta 1941, cuando Woolf decide poner fin voluntariamente a su vida. Ya había escrito sus obras principales: La señora Dalloway, Orlando, una biografía en clave fantástica inspirada en Vita, amiga de Woolf; y Al faro, que narra la vida familiar, aparentemente estable, del señor y la señora Ramsay, pero en donde en realidad se percibe un círculo inexorable de opresión patriarcal y decadencia, que conduciría a la autora a la escritura de un texto fundante del feminismo: Un cuarto propio.
Pero éstos son apenas los pasajes laterales de esta biografía. Lo que Herbert Marder retrata con maestría son los esfuerzos de Virginia Woolf por oponerse a la demencia –personal y colectiva–, y aquello que el autor llama su “fascinación por la forma en que la gente se transforma bajo presión”.
El libro no descuida lo social y analiza agudamente la relación de la novelista con su entorno familiar y su prestigioso círculo de amistades (la compositora Ethel Smith, la pintora Dora Carrington, escritores como Lytton Strachey o T.S. Eliot, entre otros), incluyendo el tormentoso vínculo que Woolf tenía con Nelly Boxall, su ama de llaves a lo largo de treinta años. Por otra parte, al principio de la década del treinta, Virginia Woolf escribe la que sería su última gran novela, Las olas. La reconstrucción de ese momento único, además de las recaídas en su enfermedad, el temor a la locura, sumados a una capacidad de trabajo abrumadora, hacen de este libro un texto indispensable para entender mejor no sólo las complejas metáforas sembradas en cada novela de Woolf sino el esplendor y la decadencia de un período histórico en el que confluyeron las más terribles catástrofes y un ciclo de irrepetible fecundidad en las artes. En cada uno de sus 18 capítulos, La medida de la vida va de lo político a lo personal, de la obra literaria a lo público, con una fluidez y claridad que excede los géneros; por momentos sentimos que es la propia pluma de Virginia Woolf, disociada, la que se retrata a sí misma, y no precisamente por un efecto de mimesis.
En estos días, los cables de las agencias de noticias recogen con cierta morbosidad el hecho de que Virginia Woolf habría censurado en varias de sus obras numerosas referencias al lesbianismo. Se reeditarán sus obras, volverá a examinarse su vida. Nada de eso afectará demasiado la biografía de Marder.
Herbert Marder nació en Viena, pero vivió y se educó en la ciudad de Nueva York. Su primer libro, Feminismo y arte (un estudio sobre Virginia Woolf) fue publicado en 1968, en los comienzos del rescate del grupo de Bloomsbury. Profesor emérito de Literatura inglesa en la Universidad de Illinois, Marder reside actualmente Estados Unidos.

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