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Domingo, 31 de mayo de 2015

TRES DÉCADAS EN DIEZ CANCIONES

 Por Mariana Enriquez

Mandinka (The Lion And The Cobra, 1987): Su primer hit, que la llevó al show de David Letterman. La canción –pop pero oscura, con guitarras filosas– está basada en el libro Raíces, de Alex Haley, el mismo de la exitosa serie. Sinéad ya se mostraba al mundo como era: una mujer interesada en la política que rechazaba presentarse bajo cualquier forma sexista de belleza convencional.

Nothing Compares 2 U (I Do Not Want What I Haven’t Got, 1990) El cover de Prince y ese video alucinante la volvieron una superestrella; el disco, sin embargo, es desgarrador y confesional hasta lo insoportable y esta es sólo una más de las muchas canciones de desamor dedicadas al baterista John Reynolds, padre de su primer hijo.

The Last Day of Our Acquaintance (I Do Not Want What I Haven’t Got, 1990): ¿La mejor canción de Sinéad? Con una introducción suave, de guitarra acústica y voz susurrada, acaba en un vendaval mientras describe los trámites y las sensaciones de su divorcio: “Hoy es el último día de nuestra relación/ Más tarde te voy a encontrar en alguna oficina/ Yo hablaré. Vos no me escucharás/ Y ya sé cuál va a ser tu respuesta/ Sé que ya no estás enamorado de mi/ Solías tomarme la mano cuando el avión despegaba/ Hace dos años todo parecía tanto más/ Y yo no sé qué le pasó a nuestro amor”. Durante todo el disco suena furiosa, sexy, vulnerable, la mejor cantante del mundo.

My Special Child (My Special Child, 1991) La canción que da título a un disco con cuatro canciones de la Cruz Roja, dedicado a ayudar económicamente a niños kurdos. Una balada muy triste sobre sintetizadores aéreos, basada en el aborto que había decidido ese mismo año. “Me costó un año superarlo, pero no me arrepiento. Fue la decisión correcta. Nadie puede decidir sobre el cuerpo de las mujeres”. Canta: “Una vez te dije ‘no vas a arrepentirte de la madre que elegiste’. Mentí. ¿Dónde está ella esta noche?”

Fire on Babylon (Universal Mother, 1994): En un disco desparejo se destaca esta canción de groove negro con una letra aterradora sobre el abuso infantil, sobre su madre, una mujer desequilibrada –la golpeaba, la hacía dormir desnuda en el jardín, no le daba de comer, la encerraba durante días en su habitación– de la que Sinéad huyó varias veces hasta que, de adolescente y en custodia de su padre, entró a un centro de rehabilitación para chicos problemáticos del que salió con mayores problemas. “Todo mi comportamiento que llaman ‘loco’ es consecuencia de ese abuso”, escribió en un diario irlandés. El tema sería una constante en su vida pública y su carrera.

This Is A Rebel Song (Gospel Oak, 1997): Durante toda su carrera, Sinéad O’Connor tuvo una relación ambivalente con Bono que llegó a su punto más incandescente con esta bellísima balada que es una respuesta a “Sunday Bloody Sunday (This Is Not a Rebel Song)”. La audaz comparación del imperialismo británico con un hombre (“te quiero, mi inglés duro/ tu ira es un puño en mi útero”) le agregaba otra capa de dimensión política al conflicto: “¿Cómo puede ser que nunca hayas dicho que me querés?/ Si nos conocemos hace tanto tiempo”. Calladamente poderosa, otra vez.

The Butcher Boy (1997) Sinéad O’Connor es una gran intérprete de canciones tradicionales y ésta es de sus mejores versiones del folklore norteamericano. Incluida en la banda de sonido de la extraña película de Neil Jordan basada en la novela del irlandés Patrick McCabe (en la que Sinéad interpretaba a la Virgen María) es la historia de una embarazada suicida enamorada del chico carnicero del título. Como suele suceder, su voz encuentra recovecos malsanos y desesperantes que dejan a otras versiones como verdaderas tonterías. Años después demostraría su enorme talento como intérprete con el disco de versiones de canciones tradicionales irlandesas Sean-Nós Nua (2002) y el de clásicos del reggae Throw Down Your Arms (2005), donde hay una versión alucinante de “Downpressor Man” de Peter Tosh.

No Man’s Woman (Faith And Courage, 2000) Después de un muy exitoso disco de grandes éxitos, Sinéad volvió con material original en un disco que vino precedido de un coming-out a medias: dijo a los medios que era lesbiana, luego que era tres cuartas partes hétero y un tercio gay. En esta canción, llena de confianza y euforia, canta: “Quiero ser la mujer de nadie/ No me hace feliz el control de los hombres/ Porque estoy cansada y me da miedo y no puedo volver a confiar/ Porque un hombre puede ser falso/ Agarrar tu alma y hacerte miserable, hundirte en dolor”. Al final, confiesa que tiene un amante, un espíritu, probablemente el de Jesucristo. Hacía años que Sinéad había sido ordenada sacerdotisa. Aunque siempre se la definió como feminista, ella no quiere llamarse así: a su modo típicamente belicoso dice que ningún “ista” puede contenerla.

Daddy I’m Fine (Faith & Courage, 2000): Autobiografía rockera, musicalmente mitad reggae y con gritado estribillo punk: “Nací en Dublín en una ciudad que no tenía muchas variantes para una chica que no quería encontrar a un hombre capaz de mear en una botella/ Quiero verme cool y verme bien, con mi pelo engominado y mis botas negras de cuero/ Quiero pararme alta con mis tetas adelante/ Y sentirme sexy cuando el maquillaje es lindo/ Y ser sensual bajo las luces/ Me quiero coger a todos los tipos que vea/ Quiero ser una cantante de rock/ Ganarme la vida así/ Una mujer independiente y pagana, cantando”. Es una lástima que esta canción haya quedado algo olvidada: tenía destino de himno.

Queen of Denmark (How about You Be Me And You Be You?, 2012): Otra gran versión que Sinéad hace propia en un disco que combina historias terribles convertidas en canciones pop con sus temas habituales: el abuso, el nacionalismo, el amor, el optimismo a pesar de todo. El original es de John Grant (ex The Czars) pero Sinéad le agrega varios grados de rabia a esta catarsis que culmina a los gritos y entre guitarras machaconas, después de minutos de tensa calma. “Quise cambiar el mundo y no pude ni cambiarme la ropa interior”: una letra irónica y bestial que habla, precisamente, de una relación amor-odio con uno mismo.

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