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Domingo, 18 de octubre de 2009

CULTURA / ESPECTáCULOS › "DIONISOS AUT", LA PUESTA DE EL RAYO MISTERIOSO QUE DIRIGE EL-JATIB.

La consagración de lo dionisíaco

"Dionisos out" tensa la cuerda poética a partir de un auténtico friso de imágenes en movimiento que invitan a múltiples y desgarradas lecturas donde está en juego una visión apocalíptica de la humanidad. Un esperado retorno a escena.

 Por Julio Cejas

Este año será sin duda uno de los más intensos para el Rayo Misterioso, ya que al final de una larga odisea consiguió estrenar su sala propia, sostuvo la continuidad de Experimenta, sus publicaciones, sus talleres, seminarios y como si esto fuera poco estrenó su último trabajo: "Dionisos Aut", el niño del abismo. Todas las miradas estaban concentradas en ese estreno, tanto el público que sigue de cerca el historial del colectivo dirigido por Aldo El Jatib y la crítica especializada aguardaban el esperado retorno a la escena local después de dos años de ausencia, tiempo empleado en cumplir con los trámites de compra y reconstrucción de su nueva casa.

Y el Rayo siempre sorprende, más allá de sus detractores que también esperaban que con un grupo remozado y después de tanta ausencia no volverían a producir espectáculos de la magnitud a los que nos tiene acostumbrado.

Por eso en la lectura crítica de "Dionisos out", no puede dejarse de lado la trayectoria y la obstinación de un grupo histórico que considera al teatro como un acto de vida en constante litigio con las fórmulas ya aceptadas del establishment cultural.

Si ya en su anterior propuesta "La Consagración de las furias", estrenada en el 2004, el Rayo lograba una síntesis exacta de su propia poética, condensando su búsqueda y sus ejes temáticos, en "Dionisos out" va más allá tensando la cuerda poética a partir de un auténtico friso de imágenes en movimiento que nos invitan a múltiples y desgarradas lecturas donde está en juego una visión apocalíptica de la humanidad.

En todo el recorrido de la obra se percibe como una marca de agua en la confección de los cimientos que remite a la obra cumbre del grupo: Muz, que ya era la síntesis de una apuesta ideológico estética sostenida como soporte para que encajen los nuevos materiales de este ultimo producto.

La maquinaria sigue intacta. La preparación chamánica donde los cuerpos de los actores se preparan para oficiar el ritual, recreando en base a sonidos guturales y onomatopeyas el andamiaje de los personajes, esta nueva tribu que invade el espacio vacío y lo transforma, construyendo los rieles por donde transitará la ofrenda escénica.

Al igual que en Muz, bajo los acordes de la misma melodía, el cuerpo del actor Hani El Jatib se desprenderá del grupo para transformarse mediante la tensión y el despliegue en un estruendoso Dionisos que será parido a fuerza de balidos hasta recrear, según la mitología griega, a ese cabrito en el que fuera convertido por el mismo Zeus para que no fuera reconocido por su engañada esposa Hera.

Tiresias el implacable adivino ciego anuncia la llegada de el que "hará equilibrio entre el necesario delirio y la razón...! y así conducirá al grito de "¡ Al Dios ! ¡Al Dios !" a una muchedumbre incrédula y atrapada por la razón de los que detentan el culto de lo apolíneo y que temen la subversiva irrupción de Dionisos que llegará exigiendo "justicia entre lo que se dice y lo que se hace".

Estas exploraciones acerca de lo dionisíaco ya aparecen en el segundo libro escrito por El Jatib "El secreto de Dionisos". Allí, el autor de esta nota señala en el prólogo: "Aldo El Jatib, viajero obcecado, explorador incansable de los misterios que lo llevan al teatro como forma elevada, apuesta a lo dionisíaco como alternativa urgente para vaciar de contenido la falacia de lo apolíneo que hoy tiñe los cimientos de nuestras sociedades".

La tragedia intervenida se vuelve directamente sobre el presente y anuncia la terrible antinomia por la que atraviesan la mayoría de los que pretenden conocer la verdad, pero el Saber está reñido con el vivir según las mismas palabras que Zeus lanza a Sémele antes de pulverizarla con su rayo.

La atribulada madre de Dionisos clama por conocer la verdadera identidad del padre del niño, frente a un Zeus que se niega a confesar lo que la condenará a una muerte segura.

Los griegos una vez más parecen dictar desde la antigüedad muchos de los guiones de las telenovelas modernas, esas necesarias oscuridades que rondan los habituales secretos familiares y que harán las delicias de la teleplatea femenina.

Cibeles convocará a las Bacantes para honrar a Dionisos y allí el personaje vuelve sobre otro tema preferido por El-Jatib, el tema de la repetición: "¡ si estamos condenados a repetir, repetiremos sólo lo que avanza, no lo que retrocede!".

Y entre los intersticios que deja la mitología y la tragedia griega, un cruce con el psicoanálisis y un intento dialéctico por destrabar la historia al mejor estilo marxista, reformulando lo dionisíaco como camino regio para una vuelta de tuerca con la que enfrentar la mediocridad y el genocidio de los que gobiernan en nombre de la razón.

Y una vez más en la obstinada poética de El Rayo Misterioso ,la inevitable referencia a un país atravesado por su fatal y compleja repetición: el peronismo, y el microcosmos de la familia ,ahora totalmente extraviada en una nave sin rumbo que navega en su eterno y ancestral naufragio.

Allí quedará entre las imágenes más terriblemente bellas de este inacabado viaje que es el descenso a los infiernos de nuestra historia más reciente, la escena en la que los acordes distorsionados de nuestro himno patrio acompañan el ritual de la violencia.

Detrás de escena en la oscuridad de lo no dicho, los cuerpos errantes de los desaparecidos, de los cuerpos torturados vuelven para conducir esta auténtica Nave de los locos a la que "Dionisos" intentará conducir por otros mares más tormentosos pero menos atormentados.

Un intento en el que terminará crucificado al mástil del navío, como han sido crucificados aquellos que pretendieron un destino mejor para un país como el nuestro o esa parte de la humanidad que se anima a desafiar los mares calmos de la globalización y a los que pareciera interpretar Dionisos cuando afirma: ¡Para cambiar el curso del río hay que luchar contra la corriente!

El Rayo se presentará esta noche a las 22 en el Teatro La Vieja Usina de la ciudad de Paraná, con "La consagración de las furias", dirigida por Aldo El Jatib, en el marco de una serie de presentaciones que arrancó el sábado en la ciudad de Santa Fe dentro de el Festival "El país en el país" que organiza el Instituto Nacional del Teatro.

"Dionisos aut" (El niño del abismo). Puntaje: 9 (nueve).

Personajes e intérpretes:

Hani El Jatib (Dionisos); Ada Cottu (Tiresias Bacante); Federico Cuello (Licurgo"Hades" Zeus); Carolina Balbi (Sémele "Apolo" Bacante); María de los Angeles Oliver (Cibeles-Bacante).

Producción: El Rayo Misterioso.

Asistencia técnica: Maywa Vargas

Dramaturgia y Dirección: Aldo El Jatib

Sala: El Rayo (Salta 2991)

Todos los sábados de octubre y noviembre a las 22.

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La maquinaria de El Rayo sigue intacta. Los cuerpos de los actores ofrecen el ritual.
Imagen: Marcelo Martínez Berger
 
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