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Sábado, 28 de diciembre de 2013

CULTURA / ESPECTáCULOS › SE PRESENTARON DOS EDICIONES SOBRE MúSICA DE AUTORES DE VASTA TRAYECTORIA

Libros para disfrutar como canciones

La canción justa, de Juan Cruz Revello, contiene relatos cargados de información, con notable ritmo narrativo mientras Inédito, del crítico especializado Diego Giordano, recupera la poco conocida historia del rock rosarino de 1982 a 1987.

 Por Edgardo Pérez Castillo

Posibles de ubicar en anaqueles o bateas, La canción justa de Juan Cruz Revello e Inédito, de Diego Giordano, tuvieron en los últimos días del año sus correspondientes presentaciones. Unificados por el eje musical que los atraviesa, aunque con sus características distintivas, representan el debut editorial de dos periodistas que destacan por sus conocimientos, precisamente, musicales.

En esencia, La canción justa lanzó en diciembre una segunda edición de 200 ejemplares, confirmando la decisión de Revello de continuar transitando un camino (el literario) que desconocía, pero donde se mueve con naturalidad. Cargados de información, sus relatos gozan de un pulso narrativo heredado de autores como el gran Roberto Fontanarrosa. "Me han dicho éso. También me han dicho que tienen algo de Soriano. Yo la verdad es que no vengo del palo de la literatura, pero me han dicho que mis relatos vienen del campo popular", reconoce Revello, tímidamente, a Rosario/12

Entre el tono introspectivo de algunos textos y el humor que atraviesa a buena parte del libro, La canción justa --que puede conseguirse en las librerías Ross, Oliva y El lugar, y en disquerías como Perroteca y Utopía-- hace de la música un eje desde el cual disparar historias de lo más diversas. Y si bien el encuadre es ficcional-literario, las influencias para Revello tienen más que ver con la escritura especializada, según reconoce el propio autor: "Cuando era chico leía muchas crónicas de rock en las revistas, algo que ahora no es tan frecuente. Esas crónicas contaban un cuento, una historia atravesada por un recital o un disco determinado. Supongo que los cuentos surgieron de manera natural por ese lado. Por otro lado creo que el laburo en radio no tiene horario fijo, es permanente. Yo voy al supermercado y escucho cómo habla la gente, cómo piden el pan, la carne. Me gusta ir a bares que son tipo clubes, y donde la gente habla de música. Presto atención a éso. Si partís de ahí ya tenés una historia".

Desde la estructura de ficción, Revello se permite también llevar adelante un saludable ejercicio de crítica musical. A pesar, incluso, de cierta anacronía personal. "En la presentación de la reedición me dí cuenta que muchas de las canciones que se nombran en el disco ya no me gustan --explica--. Son cosas que van quedando adentro tuyo y a lo mejor esa personalidad que inventaste en otro tipo fue la tuya en algún tiempo. Pero sí, hay partes que no tienen que ver con la ficción, soy yo el que está hablando".

Mientras prepara una nueva serie de textos que, afirma, tienen destino de edición, Revello comienza a disfrutar de un rol autoral que le sienta muy bien. El periodista, sin embargo, toma el asunto con cautela: "La canción justa es un libro que no es pretencioso, que se lee rápido, que es pura y exclusivamente de entretenimiento, con algo de información musical. El miedo a mostrarlo cuando salió la primera edición tenía que ver con preguntarse si estaría bueno o no, pero ahora ya me hice cargo. De hecho sigo escribiendo y a futuro editaré otras cosas".

Un rescate inédito

Ex integrante de la sección Cultura y Espectáculos del diario El Ciudadano, colaborador como crítico especializado en La Capital, e integrante del staff de la Editorial Municipal de Rosario, Diego Giordano hizo de Inédito (publicado por la editorial Yo soy Gilda) un texto esencial para comprender el fenómeno del rock en Rosario entre 1982 y 1987. Un período que captó la atención del autor cuando estaba abocado a un proyecto de mayores dimensiones.

"Estaba haciendo una investigación para hacer un libro sobre el rock de Rosario con Andrés Conti, después eso se fue deshilachando un poco pero ya tenía bastante escrito sobre los 80, sobre los grupos, y me llamaba mucho la atención que las dos expresiones más populares en términos de ventas de discos de la música de Rosario hayan sido primero Baglietto y la Trova y, cuatro años después, Graffitti e Identikit. Me llamaba la atención ese gran corte estético y musical que había", explica Giordano.

Y amplía: "Empecé a investigar qué había en el medio y lo que me terminó de dar la pauta de que había tema para desarrollar el libro es que los dos grupos que tomo para el capítulo 1, Boulevard y En el andén, son, con apenas algunos cambios de integrantes, los que van a hacer Graffitti e Identikit. El libro se me apareció cuando me pregunté cómo esos flacos que hacían rock sinfónico y canción testimonial, cercanos a la Trova pero también a lo sinfónico, en un año y medio se pararon los pelos y empezaron a hacer pop radial. Qué pasó ahí? Ese fue el primer incentivo grande, porque eran los mismos músicos que en un año y medio cambiaron de un proyecto a otro".

Con precisión tanto estilística como informativa, Giordano termina dándole forma a una obra que no sólo logra un registro de época, sino que además abre el juego a nuevas exploraciones. Esa es, al menos, la intención del autor, que asegura: "En el libro puede haber alguna explicación para acercarse al fenómeno, pero no tengo una respuesta exacta. Lo que sí sé es que a raíz de la prohibición de la música en inglés que se da en la guerra de Malvinas, se da una recatalogación muy fuerte de la música argentina. Las personas que estaban en el Comfer y en las discográficas eran conservadoras, sobre todo en el Comfer, y cuando ocurre esa prohibición y reacomodamiento, todo lo que no era tango y folclore de género pasaba a la batea de rock. Y si bien yo era chico, me acuerdo que podía verse en una misma batea a Charly García y Facundo Cabral. Eso es un gran malentendido, como meter a la Trova en el rock, cuando estaba más cerca del folclore, de la canción popular, el tango y la música rioplatense. Me parece que el libro apunta también a poner un poco en discusión y debate toda esa música, toda esa época. Y no es una crítica a la Trova ni mucho menos, sino que me parece que es como pasar en limpio toda una época que todavía no se ha terminado de reconstruir y desentrañar".

Con Inédito, Giordano aporta sin dudas a esa reconstrucción, en una tarea que logra tapar algunos de los múltiples baches que caracterizan al registro histórico de la música en la ciudad. En ese sentido, el autor considera que "lamentablemente al estar en un país salvajemente unitario, todo se cocinaba en Buenos Aires, donde estaban los estudios y las discográficas. Entonces de casi todo el rock que se hizo a fines de los 60, 70 y 80 en Rosario no quedó casi nada registrado, salvo por alguna grabación que alguien haya guardado en cassette".

"Soy un convencido de que acá en Rosario como público consumidor de cultura no terminamos de valorar lo que tenemos al lado --concluye Giordano--. Me da mucha pena cuando se pierde algo, cuando deja de ser accesible. En el libro no digo que estos grupos sean los mejores que existían en ese momento y por eso están ahí. Pero en Estados Unidos o Inglaterra podés comprar las cajas aniversario de un disco u otro, con letras, fotos de la época y alguien que te cuenta la historia. Me parece muy choto que acá no tengamos el mismo respeto por la producción artística que se hace en la ciudad. Obviamente yo no digo que una banda como Ojo Francés sea mejor que The Cure, pero sí es súper válido para entender la música de la ciudad, quiénes somos, para entender qué pasaba en ese momento".

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Juan Cruz Revello en los estudios de Rock & Pop, donde es coordinador artístico.
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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