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Domingo, 2 de abril de 2006

SOCIEDAD › EX COMBATIENTES DE MALVINAS A 24 AÑOS DE LA RECUPERACION

Las heridas de guerra no cicatrizan

"A veces nos ponemos a pensar: ¡mirá lo que
hicimos!, y a veces decimos ¡mirá como zafé!",
dice Rubén Rada, veterano de las Malvinas.

Pasaron 24 años, pero las heridas de guerra están lejos de curarse o, al menos, dejaron cicatrices imborrables. "Hubiera sido diferente la historia si cuando llegamos a nuestro continente nos hubieran dicho: `a ver, ¿te sentís mal?, vamos al médico; ¿qué querés hacer de tu vida? ¿querés trabajar?, bueno a trabajar; ¿querés estudiar?, yo te voy a becar, si no estudias te la saco'", enumera todas las preguntas que por entonces no escuchó, el ahora presidente del Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Rosario, Rubén Rada. El veterano insiste en cuestionar lo que considera un proceso de "desmalvinización" nacido prácticamente junto con el fin de la guerra: "Eramos lo mismo que los otros, los locos de la guerra. Todo fue planeado, había que olvidar Malvinas. Nosotros en ningún momento vamos a justificar que la guerra fue hecha desastrosamente, política y militarmente. Pero no estamos justificando la guerra, nos tocó esa parte de la historia, y nos tocó por casualidad, por haber nacido en el '62".

Los jóvenes de entonces, cuando volvieron de las islas se encontraron con una falta de contención que aún los marca. "El presidente de la Nación (Nestor Kirchner) habla de un reconocimiento histórico que tienen que tener los veteranos de guerra, como pasó con otros sectores de la sociedad. El militar abrazó la carrera, cobró, y tuvo todos sus beneficios por ser militar. Y cuando habla de un reconocimiento histórico, nosotros creemos que sdebe apuntar a los soldados. Kirchner creó una gran expectativa en la comunidad de ex combatientes, pero hasta ahora no cumplió. Porque el 75 por ciento de los muchachos no tiene trabajo, y lo dice el Ansess, no lo decimos nosotros. Esa es la bronca que se está generada. Incluso se publicó en un diario que íbamos a cobrar un dinero, la gente se ilusionó, pero después el ministro del Interior (Aníbal Fernández) dijo que no había plata. Entonces no se juega así con la gente. Y es un reclamo justo, nosotros no cobramos por ir a la guerra. Pero acá hay un problema: ya pasaron 24 años de nuestro regreso, e insertar ahora a los veteranos es muy difícil", insiste Rada.

En la misma línea, su compañero Oscar Blazquez afirmaó que "con la Unión de Ex-combatientes estamos logrando varias cosas, conteniendo a los más necesitados, a compañeros que se han querido suicidar. Con ellos estamos haciendo el trabajo de psicólogos, porque no tuvimos psicólogos profesionales para antendernos". Rada acota que "no se encaró nunca un plan de salud mental como debía ser. Supuestamente este año va a estar, pero yo voy a tomar las palabras de un psicólogo que vino hace poco a Rosario: `A los veteranos de guerra se los empastilló, y ya es tarde'. Nosotros vemos que los suicidios se van incrementando, y ya superó a la de muertos en combate".

Sumado a este cuadro, aparecen los problemas de empleo. "Como está la comunidad de veteranos de guerra, con problemas psicológicos, no contratan a nadie ni para barrer el piso de cualquier galería céntrica. En la Argentina es muy fácil, se pensiona cuando ya es tarde. Hubiera sido muy diferente la vida si hubieran asumido lo que ocurrió", aseguró Rada y continuó: "Que lo hiciera el gobierno militar no nos sorprendió, lo que nos sorprendió fue que los gobiernos democráticos que continuaron también mantuvieron esa desmalvinización".

Una y otra vez los recuerdos de secretos y mentiras laceran a los ex soldados. "Cuando caí herido me llevaron a Campo de Mayo -relata Blázquez -, había gente afuera agarrada de las rejas, padres de los soldados. Mucha gente esperaba a su hijo, y su hijo había quedado en Malvinas. Los buscaban y les decían que estaban internados, pero era mentira. A nosotros nos agarró el Servicio de Inteligencia y nos hizo callar. No podíamos hablar nada", a lo que Rada acotó: "Nos pusieron a engordar. Yo estuve como 15 días en Campo de Mayo para engordar".

Cada 2 de abril, esos recuerdos afloran. "Es cada vez más fuerte, porque estamos más grandes y estamos entendiendo ciertas cosas. A veces nos ponemos a pensar: ¡mirá lo que hicimos!, y a veces decimos ¡mirá como zafé!", concluye Rada.

Informe: Paula Kearney

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Rada cuestiona la falta de atención para los ex soldados. "No se encaró nunca un plan de salud mental como debía ser".
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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