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Lunes, 13 de junio de 2011

OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD

Cuestiones nacionales y la bandera idolatrada

Binner finalmente es candidato a presidente y puede recobrar la paz que le permita concentrarse es su objetivo inmediato: Que Antonio Bonfatti se convierta en su sucesor. El kirchnerismo hizo pedidos de protocolo para el 20 de Junio que anticipan la posibilidad de que la presidenta elija este marco, a la vera del Paraná, para lanzarse a su reelección.

 Por Leo Ricciardino

Y un día Hermes Binner dio el paso hacia la política grande. Se convirtió en candidato presidencial más que nada "por obligación", como él mismo aceptó desde el principio. Justo en esta época se cumplen 28 años de aquel histórico 0,72 por ciento que obtuvo como candidato presidencial en las elecciones de 1983 Guillermo Estévez Boero. Ese mismo año Héctor Cavallero se hacia cargo --también de manera testimonial- de la candidatura a gobernador del partido y Raúl Garo de la candidatura a intendente de Rosario, cuando la fuerza aún no soñaba con conquistar un día el sillón principal del Palacio de los Leones. Para eso faltaban por lo menos seis años.

Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces y el Partido Socialista gobierna Rosario desde hace 22 años y la provincia desde hace casi cuatro. En este marco, las posibilidades de Binner están por encima de las del fundador del partido. La duda es ver por cuánto. El gran derrotado de las internas del 22 de mayo, que parece no estar dispuesto a entregar antes de tiempo la presidencia del partido, ha dicho "tenemos todas las condiciones para convertirnos en una opción real de poder". De esta manera, el senador Rubén Giustiniani volvió al ruedo tras el corto ostracismo autoimpuesto tras los resultados de mayo. Es que él está convencido de que en algo ayudó a esta construcción con el GEN de Margarita Stolbizer, con el Proyecto Sur de Pino Solanas, con Luis Juez, con Víctor De Gennaro y todos los referentes de las pequeñas fuerzas que componen finalmente este nucleamiento de centroizquierda.

La verdadera sorpresa fue la designación de Norma Morandini como compañera de fórmula de Binner. Pero el mismo gobernador explicó que el nombre lo arrimó Margarita Stolbizer, que prefirió pelear en su territorio bonaerense, donde sigue teniendo un interesante volumen electoral. Con todo, la coalición sabe que las chances de triunfar son muy remotas y prefieren que vayan referentes a renovar sus bancas en el Congreso.

A las 24 horas de ser ungido como candidato presidencial, Binner recobró la paz. Después de los tironeos por los grandes medios, las diatribas de su amigo Ricardito Alfonsín y las extrañas premoniciones sobre el financiamiento de su campaña de parte de Javier González Fraga; el gobernador de Santa Fe podrá volver a concentrarse en lo que es su interés inmediato: Que Antonio Bonfatti sea el próximo gobernador de la provincia.

Pero hay otro elemento que contribuye con la paz de Binner y es el de haber tenido el camino allanado para decidir sin temor a equivocarse y sin tener que poner a prueba sus convicciones. Y esa posibilidad se la otorgó servida en bandeja Ricardo Alfonsín que hizo todo por ganarle internamente a Julio Cobos y a Ernesto Sanz, para terminar haciendo exactamente lo mismo que ellos hubieran hecho. Es decir, aliarse con Francisco De Narváez que --para tranquilidad de González Fraga- terminará poniendo el grueso de los recursos que requiere esta aventura con aspiraciones presidencialistas.

20 de Junio

A esta altura está en claro que el acto del 20 de Junio por el Día de la Bandera en Rosario, con la presencia de la presidenta de la Nación, no será un acto más. Es cierto que recién el año próximo se cumplen los 200 años de la creación de la bandera, pero este 2011 tendrá condimentos especiales. Este diario pudo saber que ya hay pedidos del kirchnerismo para que "el público pueda estar más cerca del palco oficial" y también para que se limite el desfile. En esta misma columna se había adelantado que también se cursarían invitaciones a gobernadores K de distintas provincias para montar lo que muchos esperan pueda ser el lanzamiento público de Cristina Fernández de Kirchner como candidata a la reelección. El martes vence el plazo de inscripción de alianzas y frentes de cara a los comicios nacionales de octubre; pero recién el 24 de junio es el límite para la inscripción de las candidaturas con lo cual Cristina podría aprovechar este escenario junto al Monumento a la Bandera y la enseña más larga del mundo como plataforma de lanzamiento y, encima, apoyar decididamente la candidatura de Agustín Rossi en Santa Fe cuando faltará poco más de un mes para los comicios provinciales del 24 de julio.

Los preparativos para el 20 de Junio incluyen medidas que el público desconoce. Cuando va a llegar un presidente, generalmente viaja antes un pequeño grupo de seguridad de la unidad presidencial que se conecta con tropas de elite de la provincia, donde a veces se incluyen tiradores, para relevar los edificios cercanos al parque a la Bandera. Se miden las alturas, las distancias, se establece un criterio de por dónde podrá circular libremente la prensa y por dónde no. Se estudia y ajusta varias veces el recorrido desde el helipuerto de Prefectura hasta el Monumento para el traslado presidencial o, en su defecto, la ruta en auto desde el aeropuerto de Fisherton, aunque esta última alternativa hace mucho que no se usa. En los últimos años el avión presidencial llega con la comitiva a Fisherton, allí el presidente y un pequeño grupo abordan el helicóptero y el resto de la comitiva que partió desde aeroparque se desplaza en autos hasta la zona del Parque a la Bandera. Luego el helicóptero baja en Prefectura y de allí se recorren las escasas cuadras hasta el monumento en una combi con vidrios polarizados y por una calle interior hasta la parte trasera del palco.

Hay una parte que cubren los expertos en seguridad y otra que organizan los responsables del protocolo presidencial en coordinación con el protocolo municipal que, en mayor medida, casi no opina y se limita a actar las instrucciones que imparten los responsables nacionales. Pero antes del contacto personal entre funcionarios de ambos estamentos del Estado, ese mismo día o unos días antes se giran mails con especificaciones que los locales deben ir cumpliendo al pie de la letra.

En este tramo de comunicaciones vía mail y telefónicas se está en estos momentos y ahí es donde este cronista pudo averiguar algunas de las exigencias requeridas. "Lo primero que nos pidieron es que hagamos todo el esfuerzo posible y se lleven incluso al límite cuestiones de seguridad para que el público este lo más cerca posible del palco", el martes 20 de Junio. También "nos solicitaron (desde la Nación) que el desfile cívico militar sea acotado para que pueda haber más intercambio de la presidenta con la gente", dijo la fuente consultada por este diario. Y hubo otro pedido al que la gente de Rosario se habría opuesto. Tenía que ver con la circulación de la bandera más larga del mundo, y exigía que "se hiciera un recorrido por detrás del monumento y no por delante del palco para abreviar el trámite. Pero desde aquí la idea es sostener el mismo recorrido de siempre", dijo la fuente local.

Está más que claro que desde las cercanías a Cristina se está preparando algo especial que puede tener que ver nada más y nada menos que con su lanzamiento a la reelección, hoy por hoy uno de los temas centrales de la política argentina, teniendo en cuenta que no hay encuesta ni sondeo que no ubique a la primera mandataria ganando en primera vuelta o por lo menos con claras ventajas si es que tiene que encarar una segunda vuelta electoral. Cristina ha jugado de manera muy delicada sus fichas y ha dejado que el desgaste lo hagan los demás que subieron y bajaron candidaturas como en un juego de naipes cuyas reglas se iban desvaneciendo a medida que el juego avanzaba en sus complejas estrategias.

A propósito de la presidenta, por estas horas el candidato a gobernador de Santa Fe por el espacio, Agustín Rossi ha dejado más que en claro que "la opinión de Cristina para el armado de la lista de candidatos a diputados nacionales, será clave". Rossi avanzó mucho más allá señalando que los requisitos (para aspirar a estar en esa lista) tendrán que ver con la representación que haya otorgado el resultado de las internas del 22 de mayo pasado y también y principalmente con "el grado de indentificación con el proyecto nacional", dijo el diputado que sufrió en carne propia la dispersión del bloque en la batalla por la 125 y el campo, cuando los legisladores santafesinos del bloque oficialista con Jorge Obeid a la cabeza emprendieron la estampida que dejó el kirchnerismo juntando voto por voto en el recinto. La sentencia y el antecedente no son menores: De esta manera el propio Obeid, Walter Agosto y otros más quedarían totalmente afuera de las lista de diputados donde volverían a ubicarse dos que terminan su mandato como Alejandro Rossi y Gustavo Marconatto, y el ex precandidato a gobernador Omar Perotti después de la muy buena elección que lo ubicó por encima del mismísimo Rafael Bielsa.

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