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Miércoles, 11 de febrero de 2009

CIUDAD › LLOVIERON 62 MILíMETROS Y SE MULTIPLICARON LOS PROBLEMAS

El agua que no deja de caer

La intensa lluvia provocó anegamiento en distintos barrios, que fueron paliados por vecinos y cuadrillas que destaparon bocas de tormenta. La zona noroeste fue la más afectada. Los piquetes en Avellaneda se desactivaron a la tarde.

Los 62 milímetros de agua que cayeron entre la mañana y la tarde de ayer provocaron anegamientos en distintos barrios, que sólo se escurrieron tras la tarea de vecinos y algunas cuadrillas municipales que destaparon las bocas de tormenta. La zona noroeste fue la más afectada y se utilizaron bombas extractoras para sacar el agua en distintos puntos, entre ellos en Mendoza al 9000 y en la zona conocida como Los pumitas, en Empalme Graneros. Sin embargo, el secretario general de la Municipalidad, José León Garibay, aseguró que "se registraron algunos anegamientos en el pico" del fenómeno climático, pero por la tarde la situación era "normal". Desde Defensa Civil, Raúl Rainone reconoció que la tormenta fue intensa, aunque sin viento. Además señaló que "15 cuadrillas" siguen trabajando en las calles para limpiar las arterias, juntan ramas y retiran cables peligrosos que tras la tormenta quedaron en lugares de paso para la gente. Por su parte, el secretario de Promoción Social, Fernando Asegurado indicó que no quedaban cortes de calles por la presencia de piquetes tras el acuerdo alcanzado con los tres grupos de vecinos ubicados sobre Avellaneda a la altura de avenida de Circunvalación, Uriburu y la calle Cagancha.

En la mañana de ayer el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había lanzado un alerta a muy corto plazo por intensas lluvias con ráfagas y ocasional caída de granizo que abarcaba las localidades de Centeno, Arequito, Máximo Paz y San Lorenzo.

La lluvia se intensificó por momentos, a la mañana y a primera hora de la tarde, agudizando las complicaciones para transitar tanto a pie como en vehículos. En Pellegrini y Circunvalación se registró un embotellamiento de autos y camiones que quedaron enredados ante la dificultad para circular debido al agua acumulada.

En tanto en varias esquinas del macrocentro fueron los propios vecinos los que se reunieron para destapar las bocas de tormenta, juntar ramas y limpiar las veredas. Otra escena repetida fueron las rejillas que muy lejos de absorber el agua caída, devolvían el líquido como fuentes hacia arriba, con cual las viviendas se terminaban anegando.

Por su parte, el responsable de Defensa Civil brindó un número telefónico, 0 800 444 3265, para que los vecinos soliciten un turno a domicilio para que les retiren ramas voluminosas, o cualquier otro desperfecto causado por la lluvia y las tormentas. El funcionario comentó además que trabajaron durante la tarde en Barrio Industrial y Nuevo Alberdi, los sectores de mayores problemas con inundaciones, para que el agua vuelva a drenar. Lo propio se hacía en el macrocentro en colaboración con personal de Aguas Santafesinas para levantar hojas y despejar el área.

En cuanto al térmometro social, y la posibilidad de que la lluvia reavive el reclamo de quienes sufrieron pérdidas en sus viviendas, Garibay aseguró a Radio 2 que la situación era de tranquilidad y que "el único corte registrado estaba en Avellaneda al 4500". Sin embargo, había otros puntos, como en Presidente Perón y Provincias Unidas o Circunvalación a la altura de Avellaneda, donde había piquetes que reclamaban asistencia social.

Por otro lado, el secretario general del municipio dijo que la reunión con autoridades provinciales y organizaciones barriales para evaluar la reacción oficial después del temporal del lunes 2 de febrero se realizará entre jueves y viernes próximo.

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Con la contundente lluvia, no tardaron en inundarse distintas calles en toda la ciudad.
 
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