El acto de ayer en Alvear fue corto y distendido. Claro, todos querían estar presentes horas más tarde en La Plata para el lanzamiento oficial de Cristina. En la carpa central no faltó nadie, a excepción de la primera dama. Hermes Binner y Carlos Reutemann volvieron a participar del acto presidencial como en Rufino, tras el faltazo registrado en Las Parejas. Ambos se sentaron en la primera fila de invitados, de frente al palco. Atrás medio gabinete provincial y algunos funcionarios municipales. También estuvo la vicegobernadora María Eugenia Bielsa, el intendente de Rafaela, Omar Perotti y empresarios de primera línea de la región. Todos celebraron la humorada con la que Kirchner cerró su alocución cuando reconoció que una de sus falencias es el manejo. "Me costó hacer arrancar el auto que me dieron para probar. Lo que pasó fue que tenía el freno de mano. Todos se habían dado cuenta y se reían, a mí me tuvo que avisar Aníbal Fernández", contó para después confiar un detalle de su vida doméstica: "Siempre que vamos en auto maneja Cristina". De inmediato aclaró: "Pero sólo en el auto".