23:05 › TERCERA AUDIENCIA DEL "ROBO DEL SIGLO"

Uno de los acusados fue sorprendido sacando fotos y grabando las declaraciones

Uno de los cuatro imputados por el denominado "Robo del Siglo" al banco Río de Acassuso fue descubierto por los integrantes del tribunal que lo juzga cuando sacaba fotografías a cada uno de los testigos que prestaban declaración. Pero este no fue el único hecho para destacar ya que horas después uno de los fiscales descubrió que el mismo Araujo estaba grabando las declaraciones con un aparato digital.

Se trata de Fernando Araujo, quien mediante una cámara de una computadora portátil tomaba fotografías de los declarantes, según él para ayudar a sus abogados defensores en reconocer los testimonios de cada uno de ellos.

"No lo hago de mala fe, sólo quiero ayudar a mis abogados", dijo Araujo en un intento de explicación que rápidamente fue rechazado por los integrantes del TOC 1.

Acto seguido, los defensores Adolfo Tamini y Santiago Vázquez ofrecieron a los magistrados que se guarde la computadora hasta que finalicen los alegatos a fin de mantener la buena fe del debate, lo que fue aceptado por unanimidad y se guardó en un sobre firmado y lacrado.

Fuentes judiciales revelaron que luego de peritado el material archivado en la computadora portátil se podría abrir una investigación que complique la situación de Araujo.

Pero este no fue el único hecho para destacar ya que horas después uno de los fiscales descubrió que el mismo Araujo estaba grabando las declaraciones con un aparato digital.

Este hecho provocó el malestar del tribunal, no porque esto sea prohibido sino porque lo utilizó sin la autorización correspondiente, por lo que el grabador también fue secuestrado.

En el marco de la causa, hoy declararon buzos tácticos y bomberos que peritaron los desagües pluviales, dos testigos presenciales del hecho, una de las víctimas y dos expertos en seguridad bancaria pertenecientes a la entidad asaltada.

El debate comenzó pasadas las 10.30 en la sala del segundo entre piso en los tribunales de Ituzaingó 340 del partido bonaerense de San Isidro.

Una de las clientes del entonces Banco Río (hoy Santander Río) dijo que esa mañana ella se presentó en la sucursal Acasusso porque debía retirar unas chequeras, pero que de pronto recibió un fuerte golpe en la nuca y oyó que alguien gritaba "todos al suelo" por lo que se dio cuenta que se trataba de un robo.

"Una vez que estábamos todos en el suelo nos sacaron los celulares y un hombre de traje gris nos llevó al piso de arriba donde nos dijo una frase que no me voy a olvidar nunca, `no se preocupen, no les va a pasar nada, la policía no quiere otro Ramallo`, expresó Stella Casal, una de las rehenes del hecho.

Otra de las testigos, María Solanas, manifestó una versión muy parecida a la anterior solo que agregó que además del hombre de traje gris (según la instrucción se trataría de Mario Vittete Sellanes) había otro hombre que tenía puesto un delantal blanco y una peluca rubia.

"Este hombre era delgado, alto, con una peluca rubia medio desmañada, recuerdo que tenía unos ojos azules muy grandes y tenía colgando de un brazo una escopeta", relató Solanas.

Para finalizar declararon los dos encargados de la seguridad del banco quienes contaron los métodos de seguridad que tenía dicha sucursal, sobre todo en lo referido a filmaciones.

Según los expertos la sucursal tenía 18 cámaras, 10 grababan en una video casetera analógica en el banco y las restantes en forma digital en la computadora del bunker de la sucursal aunque emitía simultáneamente a la casa central.

Los imputados Rubén De la Torre (56), Araujo (41), Sebastián García Bolster (40) y Julián Zalloecheverría (51) están acusados de robo agravado con armas de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse por acreditada, en poblado y en banda, con penas entre tres y diez años de cárcel.

El "Robo del Siglo" ocurrió el 13 de enero de 2006 en la sucursal Acassuso del Banco Río, cuando cinco delincuentes robaron al menos ocho millones de dólares, joyas y alhajas de oro, brillantes, piedras preciosas, perlas, relojes, lapiceras y encendedores, según la elevación a juicio efectuada por el juez Rafael Sal Lari.

Los ladrones no sólo vaciaron las cajas de seguridad sino también obligaron a la jefa operativa del banco y al contador a abrir el tesoro de la entidad, debiendo soportar el retardo de su sistema de seguridad para sacar pesos y dólares.

El asalto se perpetró en medio de una toma de rehenes y los ladrones eludieron el cerco de 200 policías escapándose con el botín a bordo de un bote por alcantarillas subterráneas.

Cuando el grupo Halcón ingresó en la sucursal, sólo quedaban los clientes y los empleados que habían sido mantenidos cautivos, las cajas saqueadas y un curioso mensaje: "En barrio de ricachones sin armas ni rencores. Es sólo plata y no amores".

De la Torre (ex comerciante) y Araujo (ex profesor de artes marciales y artista plástico) están sindicados como quienes entraron al banco en un auto y tomaron los rehenes, García Bolster (técnico electrónico) como el que construyó el túnel y esperó en el bote para escapar con el botín y Zalloecheverría (ex comerciante) quien estaba en la camioneta con la que escaparon.

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