Es que Uruguay, con el retorno de Luis Suárez, expulsado tras provocar intencionalmente el penal en el último minuto adicional ante Ghana por cuartos, se sumará al lote de ofensiva junto a la figura del equipo, Diego Forlán, y a Edinson Cavani.

En tanto, Alemania sufre porque el histórico goleador Miroslav Klose padece una molestia muscular en la espalda y podría quedarse con las ganas de hacer el único gol que le falta para alcanzar el récord de Ronaldo, con quince conquistas mundialistas. Pero también están lejos de sus mejores estados el capitán Philipp Lahm y el atacante Lukas Podolski, el que más posibilidades de jugar tiene.

El partido se iniciará a las 15.30 de la Argentina (18.30 hora local) y será dirigido por el mexicano Benito Archundia.< De conquistar el tercer puesto, Uruguay habrá conseguido insertarse en el podio de los tres mejores luego de su consagración con el Maracanazo en 1950, ya que en México 70 perdió, justamente ante Alemania Federal, el partido por el tercer escalón por 1-0.

El técnico Oscar Tabárez confirmó la vuelta de Diego Lugano tras dos partidos ausente, e ingresará por Mauricio Victorino, compartiendo zaga con Diego Godín, en tanto Jorge Fucile ocupará el lateral izquierdo.

En tanto, si bien aún quedan 24 horas para el partido, el vocero del seleccionado alemán, Harald Stenger, deslizó que Lahm podría ser suplente, al igual que Klose, con un dolor en la espalda.

"A veces es bueno poner jugadores que no han jugado", señaló el portavoz. Lo cierto es que Podolski y Klose son dos armas casi indispensables para Alemania y no llegan en las mejores condiciones.