Hasta ahora, el cupo destinado a los préstamos productivos era de 28.647 millones de pesos, de los cuales el 85 por ciento (24.350 millones)era para las MIPYME y el 15 por ciento para las grandes empresas.

A partir del 2015, ese cupo pasará a ser de 37.500 millones de pesos y el excedente irá íntegramente a las MIPYME, según precisó Vanoli, quien también señaló que el nuevo cupo incluirá la posibilidad de financiar capital de trabajo asociado a proyectos de inversión hasta 20 por ciento del total para las MIPYME.

El plazo mínimo de los créditos seguirá siendo de 36 meses y mantendrá la posibilidad de financiación del 100 por ciento de proyectos de inversión destinados a la adquisición de bienes de capital, construcción e instalaciones para la producción de bienes, servicios o comercialización y para los proyectos que incluyan la adquisición de inmuebles, con autorización del BCRA.

Vanoli defendió la intervención del Estado para direccionar los préstamos a las MIPYME, al indicar que "es absolutamente central en la perspectiva de desarrollo de un país y es un objetivo vital" dentro de la carta orgánica del BCRA. Tras indicar que "desde el sector financiero no hay una cabal comprensión de que haya créditos al sector productivo", el titular de la Autoridad Monetaria sostuvo que "cuando existe una falla de mercado, el Estado debe intervenir para paliarla y lograr que el sistema financiero preste al sector productivo".

"La intervención (del Estado) tiene que generar además de rentabilidad económica, que haya rentabilidad social", sostuvo Vanoli, quien destacó que "al sistema financiero no le ha ido nada mal", ya que "es sólido, rentable y está líquido".

Por otra parte, destacó la distribución de los préstamos productivos: 33,2 por ciento a la industria; 23,2 a los servicios; 22,7 a la producción primaria; 15,8 al comercio, y 5,1 por ciento a la construcción.