19:13 › EL ACERCAMIENTO DE MASSA Y STOLBIZER DE CARA A LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS DE 2017

El juego de los opositores amigables

Después del acuerdo parlamentario entre el Frente Renovador y el GEN, Sergio Massa y Margarita Stolbizer comenzaron a mostrarse juntos y planean una gira bonaerense y otra por el interior del país para posicionarse como alternativa al oficialismo. Por Miguel Jorquera

La alianza política entre el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y la dirigente del GEN, Margarita Stolbizer, se cocina a fuego lento con la mira puesta en las elecciones legislativas de 2017, para cuando cada sector se entusiasma con la idea de confluir en una misma lista de candidatos en la provincia de Buenos Aires e intentar derrotar al macrismo. La propuesta compartida de asumir el rol de “oposición responsable” al gobierno de Cambiemos tras la derrota en las últimas elecciones se transformó en un “acuerdo parlamentario” ni bien arrancó este año y continuó con elogios y coqueteos mutuos. En la última semana se mostraron juntos en Mar del Plata y Tucumán, en agosto volverán a pasear unidos en territorio bonaerense y programan para septiembre una recorrida por el interior del país. Los tarifazos en los servicios públicos esenciales aceleraron los tiempos políticos y Massa y Stolbizer salieron al cruce de la política oficial como primer paso para confrontar con el Gobierno. Aunque públicamente no habrá anuncios de pactos ni alianzas, en privado apuestan a un acuerdo electoral que, por ahora, no incluye a otros sectores del peronismo.

“Existe una muy buena relación con Marga”, afirmaron cerca de Massa a Página/12. “La afinidad con el Frente Renovador es muy fuerte y eso hizo que acordáramos parlamentariamente con él”, argumentan en el entorno de Stolbizer ante este diario. Renovadores y margaritos niegan que el acuerdo entre ambos dirigentes sea con fines electorales, pero tampoco lo descartan.

Ni Massa ni Stolbizer quieren mostrarse preocupados por las elecciones del año próximo, pero ambos trabajan en ese sentido. El acuerdo parlamentario apuntó a fortalecer su postura de “opositores dialoguistas” con el oficialismo, “sin poner palos en la rueda” pero diferenciándose del macrismo.

“Margarita representa para muchos la imagen de la transparencia en política, pero eso solo no alcanza: la gente votó a Cambiemos y a Massa. Por eso nuestra decisión fue cooperar con la gente que votó al Gobierno para un cambio y con la gente que votó a una oposición responsable”, afirman desde el GEN para justificar su postura frente al macrismo y su acercamiento a Massa, minimizando diferencias que durante la campaña parecían insalvables.

Para el líder del FR, el acercamiento a Margarita y el respaldo a la embestida judicial de la diputada contra la gestión kirchnerista y la ex presidenta Cristina Fernández se convirtió en un escudo contra aquellos que lo asocian a lo más oscuro de la política bonaerense y las denuncias de vínculos con el narcotráfico, como hizo la aliada macrista Elisa Carrió en plena campaña presidencial. Por entonces, la chaqueña estaba ofuscada por la división del voto anti-K y acusó a Stolbizer de “ser funcional” al kirchnerismo.

En su primer acto junto a Stolbizer, en febrero de este año, Massa redobló la apuesta y la propuso con candidata a la Corte Suprema. Stolbizer devolvió la gentileza afirmando que ocuparía un sillón en el tribunal supremo “el día que Massa sea presidente”. Elogios que iban mucho más allá del “acuerdo parlamentario” que presentaban.

En la tarea legislativa, Massa picó en punta. Con un bloque numeroso, los renovadores se ofrecieron al oficialismo como opositores “amigables” y la bisagra para que Cambiemos consiguiera los votos necesarios en la Cámara de Diputados, a cambio de modificaciones –muchas veces cosméticas– que Massa luego levantó como trofeos propios. En esa tarea el monobloque del GEN está lejos de ser decisivo.

Massa abrió otros frentes legislativos para asumir protagonismo y sumar aliados. Retomó el llamado “índice Congreso”, con el que el macrismo cuestionaba los datos inflacionarios del kirchnerismo y con el que Massa apunta ahora a la inflación que genera el gobierno de Cambiemos. Allí sumó a Stolbizer y a sus aliados de Progresistas: el Partido Socialista y Libres del Sur, que también buscan un paraguas electoral nacional tras la alianza de la UCR con el PRO.

“Con ellos también tenemos una excelente relación y articulamos acuerdos parlamentarios”, afirman desde el FR. El massismo se siente cómodo con fuerzas legislativas menores a las que puede alinear a sus postulados. Mientras tanto, miran de reojo la interna peronista, donde por ahora –dicen– “no observamos realineamientos que nos permitan pensar en algún acuerdo”.

Massa y Stolbizer comparten con Cambiemos el hostigamiento al kirchnerismo para reducir al máximo su capacidad electoral. Pero la política de ajuste del Gobierno abrió un frente de conflicto que aceleró los tiempos políticos que manejaban renovadores y margaritos: ahora buscan capitalizar el malhumor social por los tarifazos en los servicios esenciales y mostrarse como una alternativa moderada al macrismo ante su electorado decepcionado.

De ahí derivan las apariciones juntas cada vez más seguidas y el lanzamiento de propuestas contra las medidas de ajuste. “Macri no debería apelar el fallo que ordena dejar sin efecto el aumento de las tarifas. El aumento fue brutal e ilegal y deben dar marcha atrás”, dijo Stolbizer. “No se puede hacer prueba y error con la vida y el bolsillo del pueblo trabajador. Aspiramos a ser parte de una solución, pero es necesario retroceder con lo que se hizo hasta ahora porque, detrás de cada factura que llegó con un 500 por ciento de aumento, hay una familia que recibió facturas del mismo monto que sus salarios”, dijo Massa.

Durante agosto habrá una nueva aparición pública de Massa y Stolbizer en territorio bonaerense y se prevé para septiembre una gira por algunas provincias. El líder renovador aspira a consolidar su imagen en todo el país pero apuesta todas sus fichas a la provincia de Buenos Aires, donde imagina una fórmula junto a Stolbizer para derrotar al macrismo en las legislativas del año próximo y para posicionarse hacia las presidenciales de 2019. Stolbizer piensa que la provincia, junto a Massa, puede ser su redención en las urnas.

Massa tampoco descarta jugar su dama: su esposa Malena Galmarini podría ser candidata bonaerense si el acuerdo con Stolbizer se estanca. A Margarita todavía la subyuga la idea de acompañar la reforma política de la gobernadora bonaerense, la macrista María Eugenia Vidal, que apunta a terminar con los barones del conurbano, ya en retirada tras la última elección. Una apuesta con la que un sector de Cambiemos aspira a sumar a Stolbizer. Aunque, por ahora, Massa y Stolbizer priorizan explorar la posibilidad de sellar una alianza electoral para 2017.

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