Un grupo de siete integrantes de la organización de derechos humanos, entre ellas la presidenta de la asociación, Hebe de Bonafini, se presentó esta mañana ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 10 para "preguntarle al juez por qué la causa (por la expropiación de esa empresa durante la dictadura) está muerta" y plantear, además, la "notoria diferencia" en el avance de esa causa y los hechos que se denuncian contra la expresidenta Cristina Kirchner. "Parece que tienen muchas ganas de ponerla presa", criticó la dirigente.

Al salir de la entrevista con Julián Ercolini, Bonafini comentó que la decisión de llegar a los tribunales fue "por la situación de la Justicia tan injusta" y para plantear "la animosidad contra la familia Kirchner, contra Cristina sobre todo. Parece que tienen muchas ganas de ponerla presa".

Relató que el juez le habría asegurado que "no hay ninguna animosidad" de su parte contra la expresidenta y que en la conversación también le dijeron que la causa Papel Prensa "no se mueve". Como "no se indaga a (el CEO de Clarín Héctor) Magnetto, vinimos a ver qué pasaba con eso. Y él (por el juez) nos dijo que no era así, que es una causa que tiene muchos cuerpos".

"Le dije que cuando llegue a su casa se mire en el espejo, a ver si no tiene que bajar la vista", comentó Bonafini al referirse al final de la conversación con el magistrado. Ercolini sostuvo que “iba a tomar en cuenta el consejo”.

Por último, la dirigente defendió la presencia de las Madres de Plaza de Mayo en la oficina de Ercolini: "Los pueblos tienen que asumir el derecho; preguntarle a un juez por qué una causa está muerta", concluyó.

A través de un comunicado, la organización precisó que en la reunión estuvieron junto con Bonafini, Evel de Petrini, Mercedes de Meroño, Visitación de Loyola, Celia de Prósperi, Elsa de Manzotti y Josefa de Fiore.