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[HTML]El presidente del radicalismo, Gerardo Morales, afirmó hoy en una conferencia de prensa, que si el radicalismo K llega a la conducción del partido "me voy solito". Al mismo tiempo, negó cualquier intento de regreso al seno del centenario partido de aquellos que apoyan al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

"Ratificamos la posición que llevamos en el proyecto para las elecciones del 28 de octubre y tenemos la convicción de representar a los tres millones 200 mil argentinos que nos votaron. Los 27 diputados y los 10 senadores nacionales siguen firmemente opositores al gobierno nacional", expresó Morales.

En una conferencia de prensa, en las oficinas de la presidencia del bloque de Senadores Nacionales, el dirigente jujeño indicó que la semana que viene iniciará una gira acompañado por varios dirigentes del partido para "tratar de llegar a esos argentinos que tienen la misma sorpresa o la misma decepción por la decisión de Roberto Lavagna".

El legislador se refirió así a la decisión del ex ministro de Economía de participar en el proceso de normalización del justicialismo junto con el ex presidente Néstor Kirchner. Morales agregó que si bien la decisión del ex candidato presidencial por UNA (la alianza sellada con el radicalismo y que llevaba al senador como candidato a vicepresidente) "mina la credibilidad política", sostuvo que "es posible mantener la palabra dada".

"Nuestro partido ratifica el rumbo asumido en la Convención Nacional de agosto de 2006 que dijo que somos un partido de la oposición", insistió el legislador, quien remarcó que "el partido no está de remate".

Morales también descartó "totalmente" su renuncia a la presidencia del radicalismo, y aclaró que sólo se irá del partido si avanza la intención de algunos sectores de volver a integrar a los radicales concertadores, como el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, o los gobernadores Miguel Saiz, Arturo Colombi y Gerardo Zamora.

A su turno, el presidente del bloque de senadores, el mendocino Ernesto Sanz, anticipó que se buscará una renovación en el partido buscando en "los intendentes ganadores en las últimas elecciones, para decirles que su partido los necesita".

También mencionó la posibilidad de establecer una "ratificación de la afiliación" a la UCR mediante un reempadronamiento aceptando lo resuelto por la Convención de Rosario que ratificó el rumbo opositor del partido. "El radicalismo tiene una gran asignatura pendiente. Debe hacer una gran renovación hacia adentro", afirmó el senador mendocino.

Además, Sanz remarcó que la situación del radicalismo bonaerense, controlado por el alfonsinismo y donde la dirigente Margarita Stolbizer fue desplazada, determinando que se sumara a la Coalición Cívica de Elisa Carrió, "es uno de los temas más importantes de la vida del partido".

Finalmente, el jefe del bloque de diputados, el cordobés Oscar Aguad, refirió que la UCR está abierta al diálogo institucional con "todos los partidos, menos con el gobierno".