UNIVERSIDAD

Facultades tomadas y docentes en estado de alerta

La Universidad de Tucumán sufre hace tres semanas una crisis marcada por la huelga de los profesores y las tomas estudiantiles.

 Por Javier Lorca

Con estudiantes y docentes en pie de guerra, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) cumplió su tercera semana de intensa crisis. Lo que inicialmente fue un pedido de aumento salarial derivó en una serie de reclamos centrados en el manejo de los 107 millones de pesos que constituyen el presupuesto de la universidad. Mientras la huelga docente que se sostuvo durante dos semanas abrió una tregua hasta el próximo martes, los alumnos mantienen tomadas cinco facultades. Ayer, estudiantes y profesores marcharon hasta el Rectorado y hoy habrá cortes de calles, festivales y clases públicas en diversas unidades académicas.
En la universidad donde estudian 57 mil alumnos, el conflicto empezó en la primera semana de este mes. Con una huelga por tiempo indeterminado, los docentes exigieron un aumento salarial de 140 pesos. La medida fue encarnada por Fediunt (Conadu Histórica), uno de los dos gremios que funcionan en la UNT (el otro es Gediunt, enrolado en la Conadu). El paro encendió la mecha y la crisis se propagó velozmente: con tomas de edificios se sumaron los alumnos de las facultades de Filosofía y Letras y de Psicología. También fue ocupada la Facultad de Odontología, medida que ya fue levantada. Esta semana fueron tomadas las facultades de Artes y de Ciencias Naturales y la Escuela de Educación Física. Además, estudiantes de diversas carreras cumplen un campamento de protesta en la Quinta Agronómica. Cada grupo suma sus reivindicaciones particulares: más recursos, becas de ayuda económica, mejoras edilicias, bancos, limpieza y más. Hay centenares de alumnos sin clases.
El paro docente se sostuvo hasta el martes pasado, cuando en asambleas se resolvió levantar la huelga, provisoriamente, hasta la próxima semana. “Es una tregua de siete días para que el rector (Mario Marigliano) nos presente un informe sobre cómo se gastan los fondos públicos de la universidad –explicó Mercedes Leal, de Fediunt–. Hay un hartazgo muy grande por la arbitrariedad con que se manejan las camarillas de la universidad, como una mayoría automática que aprueba todo a libro cerrado”, agregó Leal, quien solicitó “imperiosamente la mediación del Ministerio de Educación o del gobierno nacional”. Como segundo punto, los docentes exigen que se destinen fondos a la solución de los graves problemas de funcionamiento que tienen varias unidades académicas y, recién en tercer término, sitúan el reclamo salarial. Piden 140 pesos porque es para lo que, calculan, alcanza el aumento presupuestario asignado a la UNT. Cabe consignar que la universidad aprobó, justo antes de que se desatara el conflicto, un adicional no remunerativo de 100 pesos que recibirán todos los trabajadores hasta diciembre.
Con el correr de los días, también se produjeron enfrentamientos entre las autoridades. Aunque el rector radical –reelegido el año pasado– cuenta con el apoyo de la mayoría del Consejo Superior, ha sufrido choques con algunos decanos, como los de Ciencias Exactas y de Artes, Fernando Prado y Marcos Figueroa. Ayer, por ejemplo, Marigliano se sacó chispas con el decano de Derecho, Pedro Rouges, que presentó un proyecto para que se cumpla con la ejecución de las partidas destinadas a gastos de funcionamiento. En los últimos días, tras el envío realizado por el Gobierno, las facultades de la UNT recibieron dos partidas de 8 mil pesos cada una, para afrontar gastos de funcionamiento.
Más complejo es el frente estudiantil. La Federación Universitaria de Tucumán, conducida por Franja Morada, no está liderando el conflicto. Las tomas de facultades y las manifestaciones son protagonizadas por agrupaciones independientes y de izquierda. “Primero salimos a apoyar a los docentes, pero ahora queremos que se abran los libros contables de la universidad y que se haga una auditoría independiente”, dijo Carlos Helguero, presidente del centro estudiantil de Filosofía y Letras. Dirigente del PUL (PO), Helguero advirtió que se podrían estar desviando fondos para la campaña proselitista dirigida a las próximas elecciones provinciales, en las que participarán como candidatos funcionarios y personas ligadas a la conducción de la UNT. “Si no atienden nuestros reclamos, vamos a continuar con las medidas de fuerza”, avisó.
Aunque a docentes y alumnos parece no haberles bastado, las autoridades de la UNT presentaron públicamente, hace una semana, un informe sobre el estado de las cuentas de la casa, que el Consejo Superior aprobó por 24 votos contra 4. Entre otros datos, se detalló que el Estado le adeuda a la UNT 11 millones de pesos y que, a la fecha, cuando la Nación debería haberle girado 45 millones, la universidad sólo ha recibido 36,8 millones para salarios y 4,1 millones para gastos. Según consignaron los medios locales, tras presentarse el informe, el rector Marigliano se despachó: “Si algo no voy a tolerar es que se nos tilde de ladrones, como se ha hecho”.

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