DEPORTES › PICHOT TUVO SU PARTIDO DESPEDIDA EN EL CASI, CON 70 AMIGOS INVITADOS

Agustín jugó la última ficha

Con un partido de tres tiempos disputado entre amigos en las instalaciones del CASI, el club de sus inicios, Agustín Pichot le puso punto final a su campaña como rugbier, más allá de que exista la posibilidad de que juegue algún partido oficial para el elenco de San Isidro en la fase decisiva del torneo de la URBA.

Pichot, uno de los símbolos de Los Pumas en la última década, decidió dejar la actividad competitiva a poco menos de dos meses de cumplir 35 años, aunque ya había dejado Los Pumas a fines de 2007, luego de que el elenco albiceleste obtuviera la mejor ubicación de su historia al finalizar tercero en el Mundial de Francia.

Perteneciente a una familia muy ligada al rugby, Pichot debutó en el CASI en 1994, cuando la “Academia” atravesaba un momento crítico tras haber descendido a segunda división. De su mano, el club recuperó la categoría esa temporada y un año más tarde se coronó campeón nacional de Clubes al vencer a La Plata Rugby en una memorable final. En ese equipo Pichot conformó una notable dupla de medio con Patricio Fuselli.

En 1995 hizo su debut en Los Pumas en una gira que el representativo nacional realizó por Australia, y luego fue convocado para disputar el Mundial de Sudáfrica. Pero en ese certamen el número 9 no jugó ni un partido. En 1997, se hizo profesional y pasó al Richmond de la Premiership inglesa. Ese mismo año se consolidó como el medio scrum titular de Los Pumas y se mantuvo en ese lugar hasta su despedida, salvo casos aislados.

Jugó otros tres mundiales, pero esta vez con otro protagonismo. En 1999, en Europa, guió al equipo a cuartos de final, en una actuación destacable. Luego llegó la frustración de Australia 2003, y cuatro más tarde, la histórica labor en Francia. En total jugó 72 test matches, convirtiéndose en uno de los jugadores con más encuentros con la camiseta celeste y blanca con el yaguareté en el pecho.

Líder natural dentro y fuera del campo, Pichot se convirtió en un icono del conjunto albiceleste. Desde siempre pregonó que Los Pumas fueran incorporados a un torneo internacional de primer nivel y lo sigue haciendo aun ahora que está fuera de la cancha. Crítico de la directiva de la URBA, también pidió una mayor apertura para el rugby local y que los directivos se aggiornen a los tiempos modernos. Escurridizo y talentoso, fue uno de los mejores medios scrums de la historia del rugby argentino. Jugó, además de en el CASI y Richmond, en Bristol, Stade Français y Racing de París.

Ayer tuvo su justo homenaje, con la presencia de notables como sus compañeros en Los Pumas Juan Martín Hernández, Mario Ledesma, Mauricio Reggiardo, Pablo Camerlincx y Diego Albanese, entre otros; héroes de mil batallas como Serafín Dengra y Eliseo Branca, y otros menos conocidos como algunos de sus compañeros de la camada 74 del CASI. En total, 70 invitados especiales se juntaron en la cancha uno del club. También estuvieron sus dos hermanos, Joaquín y Enrique. Y el árbitro del partido fue Horacio, su tío. Por eso, la despedida fue de la mejor manera: con amigos, en su club y jugando al rugby. Más no podía pedir.

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Pichot ante Sudáfrica en el Mundial 2007: “El partido más triste”.
Imagen: AFP
 
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