El gobierno porteño retomó la paritaria con los docentes, pero no hizo cambios a su oferta salarial inicial, que mantuvo en un 12 por ciento de aumento, con el solo agregado de 144 pesos en el Fondo de Incentivo Docente. También la provincia de Mendoza sostuvo el techo paritario, dando por cerradas las negociaciones con un decreto que fijó el aumento en un 15,7 por ciento, en tres tramos. El viernes será el turno de que los funcionarios de la gobernación bonaerense vuelvan a sentarse con los gremios, y ayer, a modo de anticipo, el ministro de Economía local, Hernán Lacunza, planteó, una vez más, que no hay fondos para pagar más que el 15 por ciento ya ofrecido –y rechazado–. El panorama del conflicto docente sigue así muy trabado. 

La principal novedad, ayer, fue la reanudación de la mesa paritaria en la Ciudad de Buenos Aires. La fórmula presentada por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta fue el aumento del 12 por ciento en dos tramos (8 por ciento en marzo y otros 4 puntos en agosto), con la variante de que también será aumentado en un 12 por ciento el Fonid, uno de los ítems que componen el salario docente. Este ítem es financiado por el gobierno nacional; como el macrismo eliminó la paritaria nacional docente, este fondo no se aumenta desde hace dos años. Lo que ayer dijeron los funcionarios porteños es que la ciudad pondrá dinero propio para aumentarlo en un 12 por ciento, como al resto del salario. Actualmente, el Fonid aporta 1200 pesos a los bolsillos docentes, que se transformarían con este aumento en 1344 pesos. 

“Hay una decisión de que los salarios queden por debajo de la inflación y que perdamos poder adquisitivo”, cuestionó Guillermo Parodi, de UTE-Ctera.

La cláusula gatillo sigue sin ser ofertada. En su lugar, los funcionarios hablan de una cláusula de revisión en septiembre, en el caso de que la inflación sea mayor al 12 por ciento. Los docentes rechazan esta fórmula porque en 2016 aceptaron una similar, que hablaba del “compromiso” de reabrir las negociaciones si los precios se disparaban, pero el gobierno la incumplió. 

En Mendoza, el aumento que el gobernador Alfredo Cornejo fijó por decreto para los maestros tampoco incluye la cláusula gatillo, y se limita a otorgar el 15,7 por ciento en tres tramos: 5 retroactivo a enero, 5,2 en junio y 5,5 en noviembre. Mendoza es un distrito donde el poder de los gremios docentes fue debilitado con la imposición del ítem aula, que ata el cobro de una parte sustancial del sueldo al presentismo y la no adhesión a paros.

En la provincia de Buenos Aires, los docentes no fueron notificados de una nueva reunión paritaria, pero fuentes de la gobernación dijeron que será el viernes. A horas de volver a la mesa paritaria, el ministro Lacunza reiteró que el distrito tiene un déficit de 30 mil millones que le impide mejorar su propuesta. Al estilo mendocino, Vidal apuesta a imponer un ítem por presentismo de hasta 6000 pesos por mes. Ayer, en el boletín oficial, publicó el pago de 4500 pesos de premio a los docentes que en 2017 no faltaron ni pararon.