Los medios políticos se dividieron en sus reacciones ante la demanda de la Liga Polaca Contra la Difamación, un grupo nacionalista de derecha y revisionista muy afín al gobierno, contra el diario PáginaI12. En los primeros días después de conocido el tema, la mayoría de los diarios y sitios de Polonia simplemente publicó el comunicado de la Liga sin comentarios y sin tomar posición. Pero a partir del lunes pasado comenzó la reacción ante la demanda, que fue apoyada por el gobierno. Sin tocar el tema de fondo, que es la nueva ley sancionada en Varsovia hace diez días, varios periodistas calificaron el caso de “ridículo”.

El portal Strajk.eu, de izquierda, calificó como “muy discutibles” los fundamentos de la demanda de la Liga, comenzando por su anacronismo –la nota de Federico Pavlovsky fue publicada en diciembre pasado, meses antes de la sanción de la ley– y agregando que “no ofende al pueblo polaco ni le atribuye crímenes falsos”. El texto, dice Strajk, es “una gran honestidad intelectual” y si bien “exagera el tono emocional y levemente el número de víctimas, esas son inexactitudes fácilmente rectificables”.

En la página Do Rzeczy, el artículo principal fue de Lucas Warzecha, que calificó a la demanda contra PáginaI12 de disparate legal. Además, para Warzecha el caso lleva a hacer el ridículo porque Polonia no tiene manera de hacer cumplir sus leyes en el extranjero y presentar cargos “no tiene ningún efecto real”. El periodista continúa señalando que el comunicado de la Liga sobre su demanda contiene contradicciones que muestran “falta de lógica”. Para Warzecha, decir que PáginaI12 “conectó sin reflexión e intencionalmente dos períodos históricos” es un absurdo, porque algo “sin reflexión” no puede ser intencional: “los términos se excluyen mutuamente”. El periodista también subraya que la foto de ninguna manera ayuda convencer a nadie que los polacos sean antisemitas, ni dañan en sí el buen nombre de Polonia, como afirma la demanda.

La nota más contundente fue la de Adam Szostkiewicz en el sitio web de la popular revista Polityka. Titulada “La intervención en Argentina, algo para Gombrowicz”, la nota cita al conocido escritor polaco Witold Gombrowicz, exiliado en nuestro país durante la segunda guerra mundial, y se pregunta si denunciar a PáginaI12 no fue una especie de globo de ensayo sobre cómo reaccionaría el mundo ante el uso de la nueva ley. “La reacción ya es conocida, varios medios argentinos y mundiales expresaron su apoyo incondicional a PáginaI12. En su defensa salió también la comunidad judía argentina. La iniciativa de los ‘defensores del buen nombre’ fue recibida como una tentativa de restringir la libertad a la información”.

La conclusión es contundente: “Si no fuera por la denuncia de la Liga ni yo ni miles de lectores de todo el mundo hubiéramos visitado nunca el portal de PáginaI12. Pero gracias a la denuncia el portal se convirtió en un foco de atención y recibió apoyos de medios internacionales que reprodujeron el texto original sobre Jedwabne. El caso ha tomado vida propia, llegando a destinatarios que, tal vez, nunca se hubieran enterado del crimen cometido por los polacos sobre sus vecinos judíos. De este modo el accionar de Polonia logró consolidar los medios y la opinión pública en la Argentina, aunque de manera contraria a la intencionada. Gombrowicz se hubiera muerto de risa”. 

Resulta llamativo, por omisión, la falta de apoyos en los medios a la demanda de la Liga, un grupo de conocidos vínculos con el actual gobierno del partido Ley y Justicia. Hasta los periodistas más afines al actual oficialismo se limitaron a dar la noticia, reproducir el apoyo del viceministro polaco de Justicia y copiar párrafos de la demanda. Pero no hubo argumentos en defensa del ataque a PáginaI12, del extraño intento de censura internacional o de la búsqueda del revisionismo sobre la participación de polacos en el Holocausto.