Luego de doce horas de audiencia pública, la Justicia deberá definir sobre la ampliación de vuelos y frecuencias en el aeropuerto low cost emplazado en la base militar de El Palomar. Si bien se trató de una audiencia no vinculante, fue una condición impuesta por la magistrada federal Martina Forns antes de apartarse de la causa para ampliar la operatoria en esa terminal, la cual está limitada a tres vuelos diarios. Durante el debate, que se inició el miércoles y culminó ayer por la madrugada, se sucedieron algunos hechos de violencia entre vecinos y referentes políticos, que se sumaron a un tenso clima de gritos y abucheos frente a las exposiciones de algunos funcionarios nacionales. Hubo también denuncias de censura por parte de algunos de los participantes. Los diputados por Unidad Ciudadana, Mónica Macha y Rodolfo Tailhade, junto a los concejales opositores de Morón, Hurlingham y Tres de Febrero pidieron la nulidad de la audiencia pública por haber condicionado “la libre expresión de la ciudadanía”. 

Desde el inicio del encuentro sobrevoló el malestar de vecinos que interpretaron la audiencia como un hecho meramente simbólico o, peor aún, un trámite para avanzar en las obras de remodelación de la base militar convertida en terminal de vuelos low cost. Esa situación quedó evidenciada en una serie de intercambios entre los funcionarios que expusieron y vecinos que gritaban “es mentira, es mentira” ante el abanico de oportunidades que, esgrimían, abriría la instalación del aeropuerto. “Significa crecimiento para el dueño de un restaurante, para el que tiene una remisería o un kiosco. Hay muchísimas actividades que crecen a partir de un aeropuerto”, sostuvo el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. 

Pero en el pequeño salón de la Biblioteca Pública Giuffra, donde se llevó a cabo la audiencia, hubo espacio suficiente para empujones y topetazos entre inscriptos y público. En las primeras horas del acto, Hernán Sabbatella, concejal de Morón por Unidad Ciudadana, denunció haber sido agredido por una patota que era afín al Gobierno. “La patota que nos atacó responde al intendente (Ramiro) Tagliaferro”, afirmó, en referencia al mandatario de ese partido bonaerense, que responde al espacio Cambiemos. Desde el oficialismo aseguran que fue Sabbatella quien increpó a un ex concejal y dirigente de El Palomar, Oscar Alvarez. Este último le habría gritado “ustedes no vuelven más”. En el ínterin se sumó al tumulto el concejal de Hurlingham, Adrián Eslaiman, quien también denuncio agresiones junto a la abogada Julieta Ferrari. 

Sabbatella radicó la denuncia en la Fiscalía General del Departamento Judicial de Morón. “Una patota de Tagliaferro me agredió y golpeó en el transcurso de la Audiencia Pública por Flybondi”, publicó también en su cuenta de Facebook el concejal de Morón. “La patota que nos atacó responde al intendente Tagliaferro y fue encabezada por Oscar Álvarez, ex presidente del Concejo Deliberante de Juan Carlos Rousselot, puntero y armador político del PRO en El Palomar”, indicó Tagiaferro en esa red social.

Sobre un total anunciado al principio de 180 inscriptos, hubo 95 oradores entre funcionarios, ONGs, representantes de empresas de low cost, Flybondi y Norwegian, Aeropuertos Argentina 2000, del Grupo Eurnekian, vecinos, organizaciones ambientalistas y víctimas de la última dictadura cívico-militar. Dentro de los que no tuvieron oportunidad de expresar su opinión por “problemas burocráticos” fue el abogado Lucas Marisi, quien vive en El Palomar y representa a los vecinos que impulsan el amparo contra la construcción del aeropuerto por cuestiones ambientales. “Me inscribí el viernes 23 de marzo y en el orden del día, que vale como acto jurídico administrativo de la audiencia, no estaba convocado. Cuando se enteran de que radiqué la denuncia en Comodoro Py, me llamaron por micrófono al comienzo de la audiencia, sabiendo que no iba a estar allí”, explicó a este diario el letrado.