China aplicó represalias comerciales al freno que Estados Unidos le puso semanas atrás a la importación de acero y aluminio. El país asiático impuso aranceles comerciales del 15 al 25 por ciento a un conjunto de 128 productos estadounidenses del sector alimenticio por un valor que se estima en unos 3 mil millones de dólares en productos como frutas, almendras, vinos y carne de cerdo. No es un monto demasiado significativo pero sí constituye una señal de alerta. El Ministerio de Comercio chino argumentó que los intereses de ese país fueron “gravemente dañados” y urgió a los Estados Unidos a “dar marcha atrás en sus medidas contra acero y aluminio chinos”, que según Pekín violan las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La escalada comercial golpeó en Wall       Street, en donde los principales índices bursátiles registraron caídas. El Dow Jones retrocedió 1,9 por ciento. 

El primer destinatario de la imposición de aranceles del 25 y 10 por ciento al acero y al aluminio, respectivamente, que aplicó Donald Trump hace tres semanas fue China. De hecho, las nuevas tarifas quedaron rápidamente suspendidas, aunque de forma momentánea, para Canadá, México, Australia, la Unión Europea, Corea del Sur, la Argentina y Brasil. Si bien las importaciones de acero de los Estados Unidos desde China implican el 2 por ciento del ingreso de ese insumo al país del Norte, los analistas atribuyen al exceso de producción China la rebaja del precio del acero, que afecta a la industria norteamericana. En el caso del aluminio, China fue el segundo origen de las importaciones realizadas por los Estados Unidos. Se estima que el impacto total de los nuevos aranceles sobre las ventas siderúrgicas de China es de unos 50 mil millones de dólares al año.

Cuando se conoció la medida de Trump, China advirtió a la Casa Blanca que “no abriese la Caja de Pandora”, en relación a un ida y vuelta de acciones comerciales proteccionistas. Ahora se conoció la primera represalia. China suspendió concesiones tarifarias y con ello aplicó aranceles para 128 productos del sector alimenticio que el país asiático importa por 3 mil millones de dólares. Frutas frescas y secas, almendras, pistachos y vinos, entre otros productos, quedarán sujetos a un arancel adicional del 15 por ciento, mientras que otros artículos como cerdo congelado afrontarán un incremento del 25 por ciento en el arancel. Los productores porcinos norteamericanos tienen a China como el tercer mercado en relevancia. Jim Heimerl, presidente del Consejo Nacional de Productores de Cerdo de Estados Unidos se apuró en advertir que “vendemos mucho cerdo a China. Tarifas más altas para nuestras exportaciones van a dañar a los productores y a la economía rural”. La decisión de China junto a mayores caídas de Facebook y Amazon golpearon a las acciones en Wall Street.