El golpe que empezó con la conspiración de Eduardo Cunha para apartar del gobierno a la presidenta Dilma Rousseff dio un paso más este fin de semana con la prisión ilegítima del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Todo Brasil y el mundo democrático, que ya acompañaban perplejos la persecución judicial contra Lula, ahora asisten a su conversión en preso político.

Para los golpistas, sin embargo, el tiro salió por la culata. Rede Globo, PSDB, DEM, Temer y otros violadores de la Constitución y de la democracia imaginaban que la prisión de Lula sería un paseo en el parque. Esperaban que fuésemos a casa a llorar ese revés puntual. La arrogancia y el desconocimiento de nuestra realidad social llevan una vez más a la derecha brasileña a subestimar la capacidad del PT y del pueblo brasileño de ser protagonistas de su destino.

Es cierto que la prisión de Lula duele mucho en cada militante del PT y en cada persona de Brasil que tiene esperanza y trabaja por un país verdaderamente justo e igualitario. Pero es igualmente cierto que, gracias al liderazgo de nuestro eterno presidente y a la tenacidad de nuestra militancia y del pueblo brasileño, anulamos el pretendido espectáculo mediático que debería causar el regocijo de la derecha. Además, expusimos al mundo, con más fuerza que nunca, la perversidad y la vileza de aquellos que no aceptan disputar la elección contra Lula por medio del voto popular, pues saben que no nos pueden derrotar en el terreno de la democracia.

El niño de Caetés está más fuerte hoy que lo que estaba una semana atrás. Y el obrero líder sindical será nuevamente nuestro candidato a presidente en las elecciones de octubre. Seguiremos denunciando la ilegalidad y el carácter político de esta prisión y dedicaremos toda nuestra energía a fortalecer la defensa jurídica y garantizar la liberación de Lula en el más corto plazo.

Y nuestra bancada, que esta semana vuelve a ser la mayor de la Cámara, a pesar de toda la masacre jurídica y mediática que enfrentamos, cargará la responsabilidad de ser una de las muchas voces de Luiz Inácio Lula da Silva, aquel que volverá a gobernar Brasil a partir del próximo 1º de enero.

* Jefe del bloque del PT en Diputados y ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara de Diputados.