“Filmen esto: es el país que tenemos”, dice un joven desde el suelo, con la cabeza aplastada contra el cemento por la rodilla de un policía. Vecinos y transeúntes de la peatonal San Martín de la ciudad de Mar del Plata registran la escena y le piden al músico callejero, que dos minutos atrás estaba tocando la guitarra, que diga su nombre. “¿Por qué se lo llevan?”, los increpa una señora.

Mientras tocaba Gabriel Bonomo fue abordado por la policía y personal de la Municipalidad. En el video se puede ver de qué manera lo esposan y se lo llevan sin explicación. La noche anterior en pleno microcentro de esa ciudad, policías, inspectores y personal civil de seguridad, ante la mirada atónica de los vecinos, intentaron secuestrarle la guitarra. Gracias a la respuesta de quienes pasaban por allí la situación no avanzó.

Desde la UNMAR, Unión de Músicos de Mar del Plata, repudiaron el brutal accionar de la policía y de los inspectores municipales: “Fue un acto de abuso de autoridad, amedrentamiento, intento de sometimiento, violencia institucional e irracionalidad”, afirmaron.

En respuesta al episodio sufrido por el músico de 27 años y también a la ordenanza del gobierno del intendente de esa ciudad, el macrista Carlos Arroyo, aprobada con el fin de censurar la música callejera sin autorización, esta tarde tuvo lugar una “guitarreada popular” que desfiló durante más de una hora por la peatonal. “Venite con tu instrumento a decirle al gobierno de Arroyo que la música no es delito”, convocaron.

El decreto que prohíbe la música callejera provocó y sigue provocando un rechazo generalizado no sólo en la comunidad artística de esa ciudad. Desde UNMAR manifestaron: “La música no es delito, embellece cualquier tránsito urbano, es dignidad y arte, no ruido. Le quitaron su instrumento, lo encarcelaron y violentaron. Los únicos que afectaron la tranquilidad de la población fueron los policías y los inspectores municipales”.