“Ollie y Harry Ferguson no son capitanes de barco convencionales. Solo tienen una nave bajo su mando, y entre los dos, apenas suman 15 años. Jamás han timoneado su embarcación, pero han ido rastreando su progreso, el rumbo que ha tomado. Claro, su barco apenas mide 60 centímetros de largo, y es de juguete”, anota la web Messy Nessy Chic, que de inmediato aclara: el navío de los chicuelos lleva recorridos más de 7 mil kilómetros en mares y océanos del globo. Sucede que hace exactamente un año, los hermanos de 8 y 6 años lanzaron Adventure, como bautizaron a su barco pirata Playmobil, en aguas escocesas; el chiche, sobra decir, tenía algunos retoques: estaba relleno de poliestireno y gomaespuma, para evitar naufragios, y llevaba un dispositivo de rastreo, con el que la dupla podía detectar por qué latitudes andaba. Cargaba además un mensaje: que quien lo encontrara lo devolviera al mar después de registrar dónde lo había hallado. El punto de partida de la travesía fue Peterhead, Escocia. Desde entonces, viajó Adventure a Dinamarca, donde fue recogido y relanzado por una familia; luego llegó a Suecia, donde también sufrió desperfectos, pero una mujer lo reparó y siguió su curso. Levantado por un barco (real) noruego, arribó al sur del Atlántico. Y ahora recorre las costas de Surinam, Guyana y Venezuela tras haber dado a sus creadores un buen susto (le perdieron el rastro por unos días, posiblemente porque su GPS esté bajo de batería). Por lo demás, para quienes quieran saber las andanzas del botecito plástico, han dispuesto los hermanos Ferguson, con ayuda de su papá, una web que en tiempo real informa por dónde anda el barco pirata. A juzgar por las réplicas del globo, vale decir que su embarcación es famosa entre marineros y colegas, léase otros capitanes.