Mauricio Macri destacó “la valentía y el coraje” de los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal que ordenaron ayer, pese a que “tuvieron mucha presión”, reabrir la denuncia contra la ex presidenta Cristina Kirchner que presentó el fiscal Alberto Nisman. “Se ha dado un gran paso. Y han tenido mucho coraje, tanto el juez Borinsky como el juez Hornos, porque tuvieron mucha presión, de la compañera de sala (por Ana María Figueroa), de otros jueces de Casación, y de mucha gente alrededor, sobre todo de Justicia Legítima, intentando que esto no suceda”, manifestó. Macri fue muy crítico con el juez Daniel Rafecas, que había desestimado la denuncia de Nisman, al expresar que “todos sabíamos que la causa se había cerrado en forma arbitraria”. Rafecas “inició un proceso inédito, en tiempo récord, que levantó un montón de sospechas”, dijo Macri.