La dirigente social Milagro Sala permanece internada en el Hospital Pablo Soria, en Jujuy, a la espera de que el juez Pablo Pullén Llermanos “ordene” a la institución su traslado. Así lo comunicó el director del hospital, Marcos Rivas, al informar que Sala está en condiciones de ser dada de alta, tras haberse desvanecido anteayer en la casa donde cumplía detención domiciliaria. El esposo de Sala, Raúl Noro, y su hija, Claudia, recién pudieron ver a la referente de la Tupac Amaru pasado el mediodía, luego de que el Comité por la Liberación de Milagro Sala denunciara públicamente que el magistrado impedía visitarla. Los abogados de Sala, en tanto, solo pudieron verla una hora a la noche. 

Sala fue internada en el Hospital Soria el martes a la tarde, luego de que perdiera la conciencia durante varios minutos mientras almorzaba en la casa de El Carmen, en las afueras de la capital jujeña. 

A última hora del martes, Rivas informó que la dirigente social ya estaba estabilizada y consciente, a la espera de ser trasladada a una sala común. Ayer a la mañana, en un segundo parte médico, el médico sostuvo que Sala estaba “alojada en una sala común, en perfecto estado de salud, orientada en tiempo espacio, lúcida”. Descartó que la referente de la Tupac esté bajo tratamiento alguno y evitó ofrecer detalles sobre las razones que le provocaron el desvanecimiento y la pérdida de conciencia. “Fue una aparente intoxicación, pero más información no puedo dar ya que hay secreto de sumario”, se excusó.

La salida de Sala del hospital depende, según explicó el director de la institución, de la “orden del señor juez” Pullén Llermanos. Ante la consulta de la prensa local sobre la fecha del alta médica para Sala, Rivas sostuvo que la dirigente “por pedido del señor juez debe quedar acá otras 24 horas hasta que vea que pueda ser trasladada a su domicilio o adonde lo decida”.

Tras el parte médico, el Comité por la Libertad de Milagro Sala denunció públicamente a través de las redes sociales que Pullén Llermanos impedía el ingreso en el hospital de Raúl Noro, marido de Milagro Sala, y de sus familiares para visitar a la dirigente social, que durante su internación, debido a su régimen de prisión domiciliaria, permanece bajo custodia. “La tienen secuestrada dentro del hospital. Es inadmisible que en una situación de extrema vulnerabilidad como la que está sufriendo le nieguen estar acompañada por personas cercanas”, advirtieron los integrantes del colectivo, quienes amenazaron con elevar la queja ante organismos internacionales. 

Horas después, Pullén Llermanos revisó su prohibición y Noro y la hija de Sala pudieron verla. Sus abogados, no obstante, fueron limitados a visitarla durante una hora a la noche. “Hacemos directamente responsable al gobernador Gerardo Morales y al juez Pablo Pullen Llermanos de la integridad física y psíquica de la diputada del Parlasur”, denunciaron desde el Comité. 

Sala atraviesa, por estos días, el cuarto juicio en su contra. En esta ocasión, es acusada de asociación ilícita y defraudación al Estado por haber supuestamente malversado fondos públicos destinados a la construcción de viviendas. Esta causa es por la que Pullén Llermanos ordenó la prisión preventiva que la mantiene encerrada.