La Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina realizó anoche en el Centro Cultural Kirchner (CCK) la 66a entrega de los Premios Cóndor de Plata que reconoció a las mejores películas argentinas estrenadas en la temporada 2017. Zama, de Lucrecia Martel, resultó la gran ganadora con ocho estatuillas: Mejor Película, Dirección, Guion Adaptado, Fotografía, Sonido, Diseño de Vestuario, Diseño de Arte (compartido con Los que aman, odian), y Maquillaje y Peluquería. Martel se mostró contenta en la ceremonia que fue conducida por la periodista Gabriela Radice y hasta tuvo un gesto simpático cuando se tomó una selfie con Moria Casán, encargada de entregar el Cóndor por Diseño de Arte. 

De todos modos, la realizadora salteña fue muy seria cuando recibió los tres galardones que la involucraban. En el de Guion Adaptado instó a no bajar los brazos en la lucha por la legalización del derecho al aborto, uno de los grandes temas de la noche en los discursos junto con el de la defensa al cine nacional y las críticas al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa, del que no había ninguna autoridad), y la reivindicación de la mujer. Cuando la directora de La ciénaga subió al escenario a recibir el premio a Mejor Dirección, señaló: “Chicas, es un placer enorme que en las ternas seamos tantas. Por supuesto, Diego (Lerman), con todo respeto te contamos entre las tantas (risas). Hace un rato subí un poco nerviosa y no nombré a Antonio di Benedetto (autor de la novela homónima) que sería imposible que yo hiciera esta película sin él. Fue una gran aventura, les agradezco muchísimo. Estas películas son prácticamente imposibles hoy. Ojalá alguien del Instituto de Cine esté acá y si no, alguien que esté escuchando. El cine que nos sacó hace veinte años (por hablar solamente de la última etapa donde yo participé) dentro de la industria, es un cine de pequeñas y medianas empresas. Es lo que va a desaparecer si no prestamos atención. Así que bueno, por el cine argentino”, anheló la cineasta. Cuando subió con parte de su equipo para recibir el Cóndor de Plata a la Mejor Película, Martel expresó: “Quiero dejarles una frase de una salteña que nos va a hacer bien a todos. Es quizás la salteña más valiente que no pude conocer, valiente como las Madres de los pañuelos blancos, como las chicas de los pañuelos verdes. La frase dice esto: ‘Ser libres, ser fuertes, ser desobedientes, ser’. Y dedico este premio a Lohana Berkins, una líder, una luchadora travesti salteña que es un ejemplo para todos los salteños”, comentó Martel. 

La ganadora en la categoría Actriz Protagónica fue Sofía Gala Castiglione, por su papel en Alanís, de Anahí Berneri, película por la que la actriz ya recibió varios premios, entre ellos la Concha de Plata a la Mejor Actuación Femenina en el Festival de San Sebastián del año pasado. Luego de que su madre, Moria Casán, la felicitara y bromeara con ella, Gala Castiglione se puso más seria: “Se lo dedico a las mujeres, mi madre, mis dos hijas, mi modelo a seguir y el futuro y a todas las mujeres. Hace un tiempo, casi un año atrás recibí un premio en San Sebastián y dije que el futuro era nuestro. Esto está pasando tan rápido, somos tan fuertes y poderosas que el futuro ya llegó, es feminista, que sea ley”, lanzó la actriz en relación a la lucha por la legalización del aborto. El Cóndor a Mejor Actor fue para dos: Jorge Marrale (por Maracaibo) y Leonardo Sbaraglia (El otro hermano). Sbaraglia no estuvo presente porque viajó a España, pero su madre leyó una carta de agradecimiento, mientras que Marrale le dedicó el premio, de manera muy sentida, al técnico fallecido Darío Triviño, quien se había encargado de la cámara en Maracaibo. Un momento más simpático se vivió cuando Lautaro Bettoni recibió el Cóndor a Revelación masculina por su trabajo en Temporada de caza, de Natalia Garagiola: “Que se siga haciendo cine. Macri gato”, señaló escuetamente. 

Otro momento de gran reivindicación de la mujer lo protagonizaron Erica Rivas y Marilú Marini, quienes compartieron el premio a Mejor Actriz de Reparto por La cordillera y Los que aman, odian, respectivamente. “Abrazamos a nuestras compañeras de terna”, dijo primero Marini para luego expresar: “Quiero decir que seguiremos para que sea ley”. El discurso de Rivas fue más largo y contundente: “Nosotras vamos a seguir hablando, vamos a seguir relacionando el feminismo con la industria del cine, vamos a hacer películas para las pibas, vamos a negociar las brechas salariales, los lugares de poder, los sistemas de producción. Vamos a denunciar las violencias, a crear alianzas entre mujeres lesbianas y trans para contar nuestras historias. Vamos a discutir los contenidos, los modos de representar nuestros cuerpos, los modelos de familia, los vínculos”, subrayó Rivas, mientras la platea no se cansaba de aplaudirla. Luego continuó: “Tenemos que saber que el cine tiene el poder en el sentido común, en la construcción de referencias para que otres puedan identificarse creando otros relatos, nuevas estructuras de relatos para seguir construyéndonos. Vamos a seguir cuestionando el recorte del Incaa, la concentración del poder, el FMI, el ajuste, construyéndonos en el feminismo y poniendo nuestro arte al servicio de este nuevo mundo que estamos creando entre todos, todes, todas”, explicó la actriz, una de las ovacionadas de la noche. 

Diego Lerman y María Meira se alzaron con el Cóndor al Mejor Guión Original por Una especie de familia (dirigida por Lerman), galardón compartido con Julia Solomonoff y Christina Lazaridi, responsables del guion de Nadie nos mira. Previamente, Lerman había subido al escenario a recibir el premio Signis de la Asociación Católica para la Comunicación. Agradeció el premio pero no se privó de sus cuestionamientos: “Algo que trata la película es la adopción. Hicimos una gran investigación en diferentes lados y muchas de las mujeres que son obligadas a tener que dar sus hijos en adopción tienen que hacerlo porque no tienen antes la posibilidad de elegir. Agradezco mucho el premio y sería muy importante separar la Iglesia del Estado”, expresó Lerman al recibir el premio de esa institución católica.       

En esta 66a edición los homenajeados fueron la actriz Thelma Biral, el actor y director Víctor Laplace, el Festival Uncipar, el investigador César Maranghello y el director Fernando “Pino” Solanas con motivo de la conmemoración de los cincuenta años de La hora de los hornos. El actual senador tuvo un encendido discurso y fue otro de los más aplaudidos. “No puedo dejar de expresar mi honda preocupación y mi serio reclamo a la conducción del Instituto. No puede dejar de cumplir con la Ley de Cine, no puede tomar fondos del Instituto y colocarlos en plazo fijo cuando hay películas paradas y productores que están esperando recibir lo que les corresponde”, denunció Solanas. El cineasta cerró su discurso con otra toma de posición política, al reconocer “ese espíritu de rebeldía por ampliar y conseguir más derechos, por acabar con la represión, el miedo y por una Argentina más democrática y libre, ¡Bravo chicas! ¡Va a ser ley!”, gritó. 

Marilú Marini y Erica Rivas también hablaron de la ley IVE.