Mercedes Calzado, del Gino Germani

“Es cultural y político”

“Este tema es interesante porque da cuenta de dos disputas, una cultural y otra política, que se están desarrollando”, analizó Mercedes Calzado, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Instituto Gino Germani.

–¿Cuál sería la disputa cultural?

–Que esté en las noticias hoy una mujer, joven, fumando un porro y que eso esté mal, aunque sea en su vida privada. Con el agravante de que no fue ella la que lo difundió, sino que fue algo que le robaron. Refuerza el estereotipo del rol de la mujer, de los lugares en los que se encierra a una mujer.

–¿Por qué refuerza ese estereotipo?

–Porque se pone el foco en el lugar de la familia, del orden. Un hecho de la vida íntima se convierte en un hecho público, aunque no tenga nada que ver con su trabajo. 

–Hay una mezcla entre lo público y lo privado.

–Se pone el foco en lo que significa el lugar de la mujer, en qué significa el lugar público que ocupa una mujer. Incluso en su vida íntima debe seguir haciendo prevalecer los valores de la familia y el orden moral. El mismo hecho, para un hombre, sería tomado como algo que hizo una vez y que no repetirá. 

–¿Y la disputa política?

–El aspecto político es que se está mediatizando un acto privado, irrelevante en términos políticos, para opacar los verdaderos escándalos: la interminable corrida cambiaria, la crisis económica y política, los reclamos de los docentes universitarios y de la educación en su conjunto, justo en un día en que se plantea un paro general, la marcha universitaria, la devaluación escandalosa.

–Lo político está dado por el uso que se hace de ese acto privado.

–Claro, se visibiliza la vida privada como escándalo para opacar los verdaderos escándalos de lo que concierne a lo común, de lo que implica a todos los ciudadanos, como la campaña de aportantes  truchos en la provincia de Buenos Aires y esta crisis interminable.

 


 
Marina Esborraz, docente en la UBA

“Lo íntimo en las redes”

“Creo que una mujer en una situación de excesos siempre genera más escándalo que un hombre, desde ya. De todos modos, hay excesos que no se perdonan a los hombres tampoco, la moral siempre tiene sus límites (pienso en el escándalo de Clinton con la pasante, por ejemplo)”, reflexiona Marina Esborraz, profesora de Psicopatología de la UBA.

–¿Hay diferencias en que se haya difundido sin su consentimiento?

–Aunque sea un hecho íntimo, es imposible separar totalmente la persona pública de la persona privada. Los hechos íntimos, cuando se ejerce un cargo público, son incumbencia de la sociedad. De todos modos, es cierto que la gravedad de este hecho no parece determinante para la renuncia al cargo. Pero el hecho de que sea ministra de Educación y se muestre consumiendo una sustancia que es considerada perjudicial, debe haber influido. Es un área “de cuidado” y donde se supone que quien está a cargo debería “dar el ejemplo”. 

–¿Por qué se suben a las redes, aunque no se quieran hacer públicas, imágenes íntimas?

–Solemos tener una conducta renegatoria del peligro, que puede resultar en el hecho de compartir actos privados en las redes, con el riesgo de que se hagan públicos. Publicar lo íntimo en las redes es el mismo mecanismo que se pone en juego al pensar que es a otro a quien le pueden ocurrir las desgracias.

–¿En eso influye la forma en que se difundió?

–A mi modo de ver sí, porque la muestra como una persona “poco cuidadosa” y un tanto irresponsable. ¡No digo que lo sea! Pero eso puede ser usado en su contra.

–No lo había pensado desde ese ángulo, que es bien interesante. Además de fumona, la muestran como poco cuidadosa o que no sabe protegerse.

–Exactamente. El planteo sería “¿cómo alguien tan poco cuidadoso con sus actos puede promover acciones de cuidado respecto de otros?”. Por eso conviene tener cuidado con lo que se muestra. Es la desventaja de tener un cargo público.