La primera ministra británica, Theresa May, dará a conocer mañana sus planes para negociar la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y, según adelantan los medios británicos, está decidida a aceptar un brexit duro (“hard brexit”). Se espera que anuncie que está decidida a dejar el mercado único de la UE para permitir que Reino Unido controle la inmigración de los ciudadanos procedentes de la Unión Europea. 

The Telegraph cita a fuentes que indican que Reino Unido recuperará el control pleno de sus fronteras tras la salida de la UE, en lo que el diario define como “una gran apuesta por un corte limpio” con el bloque europeo.  Y agrega que su posición es un riesgo de “grandes fracturas dentro” del partido conservador.

El Times indica que el discurso de May “dejará claro que Reino Unido está dispuesto a retirarse del mercado único y de la unión aduanera para volver a tener el control de la inmigración y poner fin a la jurisdicción de la Corte Europea de Justicia”. “El brexit duro de May la colocará en la senda del enfrentamiento con ex ministros de las bancadas tory, que consideran que Reino Unido no debería salir del mercado único”, señala el diario. 

“Si no tenemos acceso al mercado único europeo, si nos dejan fuera cuando Reino Unido deje la Unión Europea, sin un acuerdo sobre el acceso al mercado único, entonces podríamos sufrir un daño económico a corto plazo”, dijo el ministro de Economía, Philip Hammond. “En ese caso tal vez nos veamos obligados a cambiar nuestro modelo económico y lo cambiaremos para recuperar nuestra competitividad”.

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, dijo a la BBC que los comentarios de Hammondpodrían dar lugar a “algún tipo de guerra comercial con Europa”. En tanto el diputado laborista John McDonnell dijo que los planes de los conservadores para el brexit pueden convertir al país “en un paraíso fiscal” frente a las costas europeas.