El cine argentino festejó a lo grande en el 66º Festival de San Sebastián: Benjamín Naishtat, director de Rojo, y Darío Grandinetti, protagonista de la misma película, ganaron sendas Conchas de Plata a la Mejor Dirección y Mejor Actor, respectivamente, en la Competencia Oficial de la muestra donostiarra. Hubo un tercer premio para el film nacional -que se estrenará el 25 de octubre en la Argentina-: a Mejor Fotografía (Pedro Sotero). Cuando el cineasta subió al escenario a recibir el galardón no sólo manifestó agradecimiento sino que no omitió el momento que atraviesa la cultura argentina y la política cinematográfica, en particular. “Estoy muy nervioso. Tengo que compartir este premio con mis compañeros de trabajo, los técnicos, el elenco, los productores, que me permitieron estar hoy acá”. A su vez, expresó: “Me toca hablar muy brevemente de la situación de la cultura en la Argentina. Seguramente mañana en algunos diarios de mi país saldrá que Rojo ganó premios y dirán que el cine argentino va bien, pero la realidad es que hace algunas semanas cerró el ministerio de Cultura y fue degradado a secretaría. Esa es una de las muchas cosas que estamos sufriendo. Ni voy a entrar a hablar de lo que están haciendo los improvisados que manejan la política pública en cine. Pero desde aquí quiero decirle a esa gente, ya que tengo la oportunidad, que la cultura dignifica, es parte de la dignidad de un pueblo y la dignidad no se negocia”, expresó.

Ambientada a mediados de los años 70, Rojo muestra a un hombre extraño que llega a una calma ciudad de provincia. En un restaurante, y sin motivos aparentes, comienza a agredir a Claudio, un reconocido abogado. La comunidad apoya al abogado y el extraño es humillado y expulsado del lugar. Más tarde y camino a casa, Claudio y su mujer Susana son interceptados por el hombre extraño quien está determinado a cobrarse una terrible venganza. El abogado toma entonces un camino sin retorno, de muerte, secretos y silencios. Grandinetti agradeció al jurado y al festival y comentó: “Rojo es una película que habla de un momento muy especial en la Argentina, durante el cual se preparó lo que después fue una tragedia para mi país y para muchos países vecinos de Latinoamérica”. El actor resaltó que el director del film “no había nacido cuando eso ocurría, pero le interesó, investigó, se enteró y decidió contar esa historia. Es una síntesis de lo que debe ser el trabajo de recuperar o refrescar memoria según sea el caso. Nosotros creemos que esta película también puede advertir sobre cualquier cosa que se pueda preparar, sobre todo en estos momentos en que pareciera que la derecha y el fascismo han vuelto a crecer en el mundo”.

La ópera prima de Naishtat, Historia del miedo (2014), se estrenó en la Competencia Oficial de la Berlinale y ganó los premios principales en Jeonju y San Francisco. Su segundo film, El Movimiento, se estrenó en el Festival Internacional de Locarno y resultó ganador del Premio a Mejor Película de la Competencia Argentina del Festival Internacional de Cine de Mar Del Plata.

Hubo otro premio para el cine argentino en San Sebastián: Familia sumergida, ópera prima de Maria Alché, obtuvo el premio principal en la sección Horizontes Latinos. El film protagonizado por Mercedes Morán –que se estrenará el jueves 11 de octubre en la Argentina– está ambientado en un verano en la ciudad de Buenos Aires, vacía y calurosa. Alché nació en Buenos Aires en 1983. Se formó como actriz  y debutó en cine con Lucrecia Martel en La niña santa. También trabajo en teatro junto a reconocidos directores como Pompeyo Audivert, Luis Garay, Ariel Farace entre otros y en televisión protagonizó Tratame bien y El donante junto a Julio Chavez, Cecilia Roth y Rafael Ferro.

En Horizontes Latinos tuvo una mención especial otro film nacional: El motoarrebatador, del tucumano Agustín Toscano. Por otro lado, la Concha de Oro a la Mejor Película de la Competencia Oficial del Festival de San Sebastián fue para la española Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta, mientras que la Concha de Plata a la Mejor Actriz fue para la noruega Pia Tjelta, protagonista de Blind Spot.