Después de que Elisa Carrió apuntara, por primera vez de manera explícita, contra el presidente Mauricio Macri, de quien dijo haber perdido “la confianza ", y le recriminara el despido de tres funcionarios de la AFIP que contaban con “su apoyo”, el organismo recaudador se distanció del reproche público de la diputada.

Los funcionarios investigaban las conexiones de la causa de las fotocopias de los cuadernos del chofer Centeno con el primo del presidente, Ángelo Calcaterra. Desde la AFIP aclararon mediante un comunicado que la eyección de los tres funcionarios no obedece “a ningún condicionamiento político", sino que se debió a "una renovación en la conducción del organismo con el objetivo de promover el ascenso de funcionarios de larga carrera".

Además de deslizar una supuesta protección del Gobierno hacia Calcaterra, el último dueño de una ex empresa de la familia presidencial, IECSA, el cortocircuito entre la fundadora de la Coalición Cívica y el presidente se profundizó después de que el ministro de Justicia, Germán Garavano, cuestionara el abuso de la figura de la prisión preventiva por la que permanecen en la cárcel funcionarios del gobierno anterior. Durante la presentación de un libro en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste, en Corrientes, la diputada volvió a apuntar contra Garavano, a quien pretende enviar a juicio político por sus recientes declaraciones y, también, dirigió por primera vez una amenaza directa contra Macri: "Siempre dije que el presidente está entre la línea de Angelici y la línea Carrió. Y va a tener que elegir, y tiene tiempo para elegir. Pero sabe que elige o cae".

Días atrás, Carrió se había reunido con el titular de la AFIP, Leandro Cuccioli para pedirle que "cuidara" a Horacio Castagnola, a Carlos Bo y a Jaime Mecikovsky.

"Los funcionarios ascendidos poseen una larga e intachable trayectoria y confiamos en que contribuirán a la construcción de la AFIP de los próximos cinco años", se defendió el organismo de Cuccioli.