“Es preferible que todo el mundo baje un poco su calidad de vida y no que algunos la mantengan y otros la pierdan”, sostuvo ayer el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, al reconocer que el gobierno quiere que las empresas le informen si están por despedir trabajadores para que se busquen alternativas destinadas a evitar ese desenlace.  

Weiss reconoció que conversaron con el gobierno alternativas para evitar despidos, pero aseguró que la intención oficial no es prohibirlos por decreto. “No se habla de un mecanismo antidespido sino de un mecanismo por el cual si una empresa tiene que despedir a un número determinado de gente, en lugar de hacerlo de manera directa, se presente en la Secretaría de Trabajo y ahí junto con el sindicato se evalúen alternativas”, sostuvo en declaraciones a la radio AM 530. “Por ejemplo, en el sector automotriz en situaciones similares se trabaja cuatro días en lugar de cinco o la jornada laboral se acorta de forma tal que, en lugar de echar gente, se busque afrontar el problema entre todos los empleados. Eso creo que es posible y tiene que tener un trámite corto y también tiene que tener un mínimo de personas porque lo que no podría ser es que uno tenga que hacer ese trabajo si quiere echar a una sola persona”, agregó.

Cuando le mencionaron lo grave que significaría avalar rebajas nominales de salarios en este contexto, Weiss remarcó que “lo que se está tratando de analizar es el mal menor. El mal mayor, como lo plantea el sindicato, es que cierta cantidad de gente se quede sin trabajo directamente en un momento en el que no es fácil volver a tomar trabajo en otro lugar. Es preferible que todo el mundo baje un poco su calidad de vida y no que algunos la mantengan y otros la pierdan”.

El empresario también se refirió al bono que las empresas tendrían que afrontar a fin de año. “En la reunión que tuvimos con el ministro, el secretario de Trabajo y la CGT le manifestamos que todos los sectores tienen empresas que lo van a poder pagar y muchas otras no van a poder más allá del decreto”, sostuvo Weiss. 

–¿Es un error que sea obligatorio? –le preguntaron.

–Sí, nosotros pedíamos que fuera optativo, pero la CGT dice, con algo de razón, que si es optativo muchos no lo van a pagar aunque puedan. Eso también es cierto. También nosotros entendemos que el poder adquisitivo ha caído mucho y muchos asalariados necesitan una recomposición. Los asalariados están sufriendo, pero las empresas también. Estamos todos en el mismo barco recesivo.