El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que la CIA no había llegado a una conclusión definitiva sobre quién había ordenado el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en el consulado de Estambul. “No tienen nada definitivo (en la CIA), y el hecho es que (el príncipe heredero saudita Mohamed Bin Salmán) quizá lo hizo, y quizá no”, dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, después de recibir un informe de esa agencia de inteligencia sobre la muerte del periodista crítico con Riad. Las declaraciones del mandatario, sin embargo, se contradijeron con los informes de prensa que afirmaban que la agencia de inteligencia acusaba directamente al príncipe heredero, conocido en la prensa como MBS. 

Trump insistió en que no planea tomar más medidas punitivas contra Arabia Saudita en relación con ese caso, e insistió en que si su país rompiera relaciones con Riad los precios del petróleo se dispararían y eso destruiría la economía mundial. Como confirmación de su postura hacia Arabia Saudita, el magnate neoyorquino anunció ayer que se reunirá con MBS cuando ambos coincidan en la cumbre de líderes del G20 en Buenos Aires. “No sé si él estará allí, pero si está, me reuniré con él”, aseguró Trump en respuesta a la pregunta de si planea mantener un encuentro bilateral con Bin Salman durante el foro, prevista para el 30 de noviembre y 1 de diciembre. El Gobierno saudita confirmó este lunes que Bin Salman, el hombre fuerte del reino, efectivamente asistirá en efecto a la cumbre.

Khashoggi, como ha reconocido Riad, fue asesinado por un grupo de agentes llegados desde Arabia Saudita -algunos cercanos a MBS- en el consulado en Estambul, adonde acudió el pasado 2 de octubre para retirar unos documentos que le permitieran casarse con su prometida turca. Ayer, la prensa turca dio a conocer que los registros de audio en poder del Gobierno de Turquía demuestran que los agentes sauditas apalearon y torturaron durante cuatro minutos al periodista, antes de matarlo. Según el diario Habertürk, la primera de las grabaciones tiene lugar tras la llegada de Khashoggi a la legación. El periodista fue recibido por cuatro agentes, que parecen agarrarlo de inmediato, porque se escucha a Khashoggi exclamar: “¡Suelten mi brazo! ¡¿Qué creen que están haciendo?!”.

Luego, se escucha durante cuatro minutos una discusión, pelea, tumulto y golpes con tanta violencia que se pueden calificar de tortura, asevera Habertürk. En esta grabación, las autoridades turcas han podido identificar las voces de siete hombres sauditas, entre ellos el cónsul, Mohamed Otaibi, y Maher Abdelaziz Mutreb, asesor del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salmán. Se oye que Mutreb le dice a Khashoggi: “Ahora pagarás, traidor”, según el citado diario.

Una hora y 50 minutos después, un agente identificado como Mohamed el Mudeini se viste con la ropa de Khashoggi. “Es un poco raro vestir la ropa de un hombre al que matamos hace 20 minutos”, se escucha decir a Mudeini, según el rotativo. Al agente se le instruye salir del consulado, caminar cuatro calles, tomar un taxi hasta la famosa Mezquita Azul, deshacerse de la ropa y volver a la legación.