El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, aseguró ayer que la segunda final de la Copa Libertadores postergada por la agresión al micro de Boca se jugará en el estadio Monumental “y con gente”. El responsable del club dijo no estar al tanto de la presentación de Boca ante la Conmebol, pero admitió estar “sorprendido”, ya que el acuerdo entre los clubes había sido otro. “Si fue así (que Boca pidió los puntos) me sorprende. Ayer (por el sábado) hubo acuerdo para que no haya desventaja”, afirmó D’Onofrio en declaraciones a la prensa en el estadio Monumental. El presidente asistirá a la reunión de mañana a las 10 en la sede de la Conmebol, pero dejó en claro que la postura de River es jugar en el estadio Monumental y con público. “No tengo la menor duda que será en River y con gente”, afirmó.

A su vez, el dirigente reveló la presión ejercida por el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, para que el partido se dispute a pesar de la agresión que sufrió el micro de Boca. “El presidente de FIFA le dijo a Boca que se jugaba 19.15 y yo le dije a Angelici al oído: ‘tenés mi solidaridad’. Cuando volvió y contó el problema que tenían los jugadores, nos reunimos y reafirmé que esa ventaja no la quería tener”, relató D’Onofrio sobre una de las tantas reuniones que se realizaron el sábado por la tarde, hasta el momento de la primera suspensión.