En el noroeste de la provincia de Buenos Aires, el agua que inunda la zona desde hace diez días comenzó a bajar y la situación mejoró en las ciudades de Salto, Rojas, Pergamino y San Nicolás. Los operativos municipales pusieron el foco en la prevención de enfermedades y en mantener las alertas ante posibles lluvias en la región. En tanto, tras regresar de sus vacaciones en las playas mexicanas y lejos de los sitios afectados, la gobernadora María Eugenia Vidal aseguró que “se hizo todo lo que había que hacer en la emergencia, como estuvimos siempre y como vamos a seguir estando”.

Durante el fin de semana el agua comenzó a descender en las distintas localidades. En el municipio de Salto, donde el agua del río homónimo llegó a marcar los 8,54 metros, tras la baja, el registro apuntó a los 6,44 metros, durante la mañana de ayer, y llevó algo de tranquilidad a sus pobladores. En la ciudad, hasta ayer permanecían evacuadas unas 600 personas que de a poco iban volviendo a sus hogares.

“Todo está mejor, el río está bajando bastante y ahora estamos con el operativo vuelta a casa que implica fumigación casa por casa y en toda la zona de la costanera”, informó la vocera del municipio, Noelia Gutiérrez.

La funcionaria agregó que el alerta continuaba ante el pronóstico de lluvia que podía complicar a las localidades vecinas, y explicó que, como parte del operativo de prevención de enfermedades, en esta etapa las autoridades van a distribuir cloro y a fumigar, ya que aparecieron alacranes.

Rojas fue otro de los municipios afectados que comenzó a normalizarse y donde los pobladores, que se habían autoevacuado, están volviendo a sus casas.

Raúl Calegari, vocero de la municipalidad de Rojas, aseguró que el municipio está llevando adelante una campaña sanitaria e informativa. “Estamos informando sobre la aparición de alacranes o del dengue, y aparecieron en la ciudad tres alacranes, así que estamos atentos a prevención de enfermedades”.

La situación también mejoró en La Emilia, en San Nicolás, que la semana pasada había quedado sumergida bajo el agua y con 4000 evacuados. Allí, el Ministerio de Salud de la provincia trabajaba en el control epidemiológico, además de seguir asistiendo a los vecinos que continuaban evacuados.

El sábado, alrededor de 500 militantes de La Cámpora organizaron una jornada solidaria para asistir a los inundados de La Emilia entregando donaciones y realizando tareas de limpieza. También estuvieron presentes en el lugar la diputada Elisa Carrió (CC), y militantes del Movimiento Evita. 

Por último, en la ciudad de Arrecifes, que recibe el caudal de agua que baja de Salto, por un lado, y de Pergamino por el otro, aún se mantuvo el alerta porque la marca está muy por encima de lo normal.

“El agua llegó a 6,60 metros y empezó a bajar: ahora estamos en 5,50, pero todavía está 5 metros arriba de lo normal”, explicó Fernando Ciongo, del cuerpo de Bomberos de Arrecifes, y agregó que “se supone que el mayor caudal de agua ya llegó, porque en otros lugares ya bajó pero la Cuenca está tan llena que se complica que drene”.

Al igual que en las otras localidades, los evacuados, en este caso fueron 109, entre ellos 56 niños. Todos comenzaron a volver a sus casas a medida que el agua fue bajando. El municipio, al igual que sucedió en los otros distritos, comenzó tareas de fumigación y prevención. Ayer, las autoridades mantenían el alerta ante las nuevas lluvias que, de acuerdo con el pronóstico meteorológico, arreciarían en las horas siguientes.