Una empresa de urgencias ha empapelado la ciudad con la publicidad de su nuevo servicio de video consulta médica con respuesta inmediata. En los folletos se aclara que es para "resolver sin demoras dolencias menores" como fiebre, alergias y erupciones permitiendo su medicación inmediata a través de una receta electrónica.

Se trata de la promoción de la atención de pacientes a través de un medio digital sin mediar examen físico, no de una aplicación racional de los avances tecnológicos en la telemedicina.

La fiebre no es una "dolencia menor" sino un síndrome y las patologías que la generan no pueden diagnosticarse adecuadamente sin siquiera tomar los signos vitales, auscultar las vías aéreas, palpar el abdomen, explorar en busca de ganglios linfáticos inflamados, etc. Las lesiones dermatológicas también se palpan y precisan examen semiológico al igual que las manifestaciones alérgicas.

En resumen, lo que se promociona como un adelanto esconde un ahorro de costos operativos empresariales y se encuentra reñido con las normas básicas de la práctica médica. Para los pacientes es riesgoso y entraña un deterioro en la calidad de atención y para los médicos constituye una profundización de la precarización laboral ya existente.

He solicitado formalmente a las autoridades de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario y del Colegio Médico expedirse públicamente con rapidez.

 

* Médico