En Mendoza, la Justicia notificó al cura Carlos Scarlata, de la diócesis de Zárate, de que está siendo investigado por no haber socorrido a una mujer, enferma de diabetes y que se había descompensado, porque hacerlo habría implicado poner al descubierto la relación sentimental que, según presumen los investigadores, compartían, informaron fuentes judiciales. Scarlata está sospechado de omisión de auxilio en perjuicio de la docente Valeria Cornejo, de 36 años, quien murió en octubre.

Scarlata fue notificado por el fiscal Javier Giaroli, quien investiga si el cura, sospechado de no haber ayudado a Cornejo cuando ella estaba mal de salud y sufría una descompensación, evitó auxiliar a la mujer para, así, mantener oculta la supuesta relación sentimental que los unía. El cura “se abstuvo de declarar y le secuestramos el teléfono celular. Pidió declarar el viernes, a las 11”, informó un vocero del Ministerio Público Fiscal.

La acusación fue realizada por una amiga de la víctima. La mujer, que aportó audios telefónicos y demás pruebas, aseguró que el cura estuvo en la vivienda de la mujer días antes de que fuera encontrada muerta por policías y familiares, y los investigadores sospechan que ella se descompuso en su presencia y el no la auxilió.

Scarlata cobró trascendencia nacional en 2016, cuando, como responsable de la Parroquia San Isidro Labrador de Lima, en Zárate, colgó en el templo un cartel en el que decía que “los shorts, las calzas, los strapless y las musculosas” eran “vestimentas no permitidas” allí. Fue a partir de ese episodio que Cornejo, que había tenido con él una antigua amistad, volvió a trabar relación con el cura.