A mitad de semana, José Corral oficializó su precandidatura a Gobernador por Cambiemos. El intendente de la ciudad de Santa Fe eligió Rosario para hacer el anuncio, no con ánimo desafiante, sino con la intención de hacerla lo más visible que se pudiera. No estuvo rodeado de figuras de renombre dentro de su espacio, pero sí formuló algunas declaraciones que seguramente atizarán la interna, como por ejemplo definirse a favor de la candidatura a intendente de Rosario de Roy López Molina, que supo brillar por su triunfo electoral en 2017 y hoy lo hace por su ausencia. Entre los asistentes -como detalle de color- estaba Jorge Boasso, en una suerte de "rentrée" a la política luego de un breve ostracismo de apenas un par de años. Esa misma tarde, las gigantografías con el primer plano de "Fede" Angelini inundaban la cartelería rosarina, casi tanto como desde hace varias semanas lo hizo Gabriel Chumpitaz, en ambos casos sin ninguna otra leyenda que sus nombres y apellidos. Hay dos cosas en las que Corral y Angelini están de acuerdo: la primera es que el otro debería "bajarse", y que la decisión final no está en sus manos, sino en las de Marcos Peña/ Mauricio Macri, y que si bien no menoscaban la relevancia de las elecciones santafesinas, tiene otras cuestiones más urgentes e importantes a las que abocarse. Con este panorama, y salvo que ocurra algo -"pasen cosas" en el argot macrista- la candidatura a la Casa Gris se dirimirá en las PASO.

Quien hable con los precandidatos, como lo hizo este cronista el día del lanzamiento de Corral, se encontrará con dos dirigentes de perfiles diferentes desde ya, pero convencidos cada uno de ser el "preferido" de la Casa Rosada. Esa sensación que ambos transmiten no necesariamente es lo que ocurre. Más parecería que la no intervención a favor de uno u otro guarda relación con otras situaciones, como por ejemplo la posición de Elisa Carrió, quien habló con el Jefe de Gabinete para "avisarle" que va a "explorar la alternativa Mario Barletta". Peña, que no quiere problemas con su socia de la Coalición Cívica, le dijo que avanzara y que si su primo Mario quería ser de la partida no serían él ni el presidente quienes lo impidieran. Cabe recordar que después de las elecciones de 2017, la diputada lanzó la candidatura de Luciano Laspina, colega suyo de bancada. El presidente de la Comisión de Presupuesto es legislador por Santa Fe, pero hace más de 10 años que vive y trabaja en CABA, y en ningún momento estuvo en sus planes -y al parecer ni en los de su familia- trasladarse a la provincia y menos aún para una disputa electoral. Con ese antecedente, podría colegirse que el embajador en Uruguay se debe haber sentido halagado, pero no parece muy interesado en dejar Montevideo/Punta del Este para terciar en una interna para un candidatura que pasada esa instancia también sería cuesta arriba.

Esa intervención de Carrió -que llamó a Angelini para ponerlo al tanto, reconociendo su liderazgo del PRO en la provincia- muestra que Santa Fe no está en el radar de las preocupaciones inmediatas del gobierno, que mira las encuestas y toma nota de las dificultades electorales que ofrece un distrito donde no hay polarizacion, como sí ocurre en casi todos los demás.

Tanto Corral como Angelini están seguros de que superarán a su adversario en la interna.

En este marco -y sin descartar un llamado "ordenador"- Corral y Angelini salen a la cancha. En su armado, el santafesino cuenta que "tenemos la mayoría de los candidatos mas firmes en su ciudades", y al enumerar aclara que son "la gran mayoría radicales" y que en Rosario "su candidato" es Roy López Molina, aunque el concejal no lo ratifique ni lo rectifique, sobre todo porque está borrado de la escena pública. Algunos de sus compañeros de ruta, incluso mentores, dicen que "Roy apagó el celular el 20 de diciembre, y no pudimos siquiera desearle Feliz navidad". Lo que parece una exageración, en el caso de Angelini -que fue quien "armó" su candidatura a concejal frente a Anita Martínez con la idea de proyectarlo a la Intendencia-, es una realidad. El jefe del PRO en la provincia no tiene contacto desde entonces con López Molina, y si bien difícilmente lo reconozca en público, ya está pensando en otros nombres para reemplazarlo si sigue alejado de la campaña.

Corral pudo hablar con el joven edil, compartieron una comida con otros dirigentes del PRO que están distanciados de Angelini. Corral cree también que su compañera de fórmula puede llegar a ser Ana Martínez. La exdiputada no ha dicho que sí aunque tampoco lo rechaza de plano. En principio no es uno de los nombres alternativos a López Molina, pero parece más dispuesta a formar parte de la estrategia de Angelini que a volver a enfrentarlo. En ese sentido, el presidente del bloque de Cambiemos en la Cámara de baja santafesina la imagina tal vez encabezando la nómina de candidatos a diputados provinciales, o en el peor de los casos, cumpliendo por una vez el mandato completo para el que fuera electa.

Angelini cuenta con la estructura de su partido, la mayoría de los legisladores en sus ciudades y en la provincia; el grueso de los diputados nacionales y la equidistancia de Carlos Reutemann, a quien ya nadie consulta para nada. Además, tiene cerrado un acuerdo con el Presidente de la UCR de Santa Fe, Julián Galdeano, y sabe que cuenta con Chumpitaz "para lo que guste mandar", por ejemplo una interna para Rosario versus Jorge Boasso, si es que López Molina finalmente no participa de la elección.

Corral muestra la encuesta telefónica de Aresco -el hijo de Julio Aurelio- que es la única que se conoce en la provincia que da ganador a Cambiemos en los comicios de Santa Fe, con una serie de prevenciones como las candidaturas no confirmadas, alto número de indecisos y otras cuestiones no menores. Ese mismo sondeo, lo ubica por delante de Angelini en la interna.

Angelini no es tan optmista de cara a la elección general, pero sí en cuanto a que superaría a su eventual adversario. Sin embargo, el precandidato del Pro parece más pre-ocupado en fortalecer la candidatura presidencial de Mauricio Macri para la reelección. Sabe que las elecciones anticipadas en una decena de provincias no serán en su mayoría favorables al oficialismo nacional, y que Santa Fe no escaparía a esa lógica. Es por esa razón que su trabajo apunta a recorrer la provincia en la doble función de precandidato y de "colector" del macrismo. Ya definió que será una diputada radical del centro norte su candidata a vice, y se prepara para un escenario diferente al que todos imaginaban -dentro y fuera de Cambiemos- para la elección en la ciudad de Rosario.

En cuanto a los ejes de la campaña, también pueden observarse diferencias entre los precandidatos. Mientras Corral se suma a la "corriente Bullrich" argumentando a favor de bajar la edad de imputabilidad, proponiendo más presencia policial de fuerzas de seguridad -al punto de "cobrar" la deuda que tiene la Nación con la provincia a través de "adicionales", como lo propuso hace unos meses-; Angelini prefiere no agitar (al menos por ahora y en campaña) un tema que se va complicando no solo por la impericia de las autoridades provinciales, sino por un contexto económico en el que la responsabilidad del gobierno nacional es inocultable.

Si bien el tema de la "seguridad" es el talón de Aquiles de la gestión del Frente Progresista -y ya ha sido utilizado por los candidatos del PJ y otras fuerzas- el hecho de tener parte de la responsabilidad de la represión del delito lleva a algunos dirigentes de Cambiemos a ser menos incisivos que Corral. Todo al menos hasta que se resuelva, no en la provincia, sino en CABA, quién será el candidato, o si van a una primaria.

En cualquier caso, será Angelini o será Corral. Atrás quedaron -junto a los brotes verdes y la lluvia de inversiones- los candidatos de la gama empresarial que en algún momento creyeron que era "palos y a la bolsa".