El fin de semana se cumplieron 30 años de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay, hecho que fue reivindicado en una marcha en Asunción que recordó a las víctimas del régimen. Centenares de personas se manifestaron en el centro de la capital portando retratos con los rostros de algunas de las víctimas o desaparecidos por la dictadura y exigiendo memoria, juicio y castigo para los responsables de la represión. No obstante, la fecha fue ignorada por el Gobierno, que no organizó actos oficiales ni emitió ningún pronunciamiento. No es de extrañar: el presidente Mario Abdo Benítez es hijo de quien fuera secretario personal de Stroessner.