"Ahora estoy mucho mejor. Hace unos días venía medio mal por lo que estaba pasando. Estuve mal, más que nada de la cabeza. Pasó el tiempo, estoy con ganas de revertir esto y seguir adelante", señaló Ricardo Centurión, quien volvió a hacer declaraciones luego de lo ocurrido en el Monumental con el entrenador Eduardo Coudet en la derrota de Racing ante River, hace más de un mes. "No se merecía que lo empujara", dijo sobre el mentado desplante el talentoso volante ofensivo, que se mostró arrepentido, pidió disculpas, llegó a quebrarse en cámara y hasta pensó en retirarse de la actividad.

"Al otro día de que esto explotara dije: 'La cagué mal'. Chacho se debe sentir dolido, defraudado, y yo me hago responsable de las que me mando; él siempre que declaró dijo que a Centurión lo iría a buscar una y mil veces. Eso me queda", trató de explicar en una nota a TyC Sports el ex jugador de Boca, muy golpeado y en busca de que Coudet le dé una nueva oportunidad en el primer equipo de la Academia, dado que, desde el incidente, Ricky quedó marginado del plantel y relegado a jugar para la Reserva.

"Me mandaron a comer mierda y la comí. Se tomaron medidas, mal o bien, pero se tomaron. Me dolió mucho, pero ya pasó el tiempo. Me siento bien, estoy físicamente bien, más allá de que hace cinco días no me estoy entrenando. Tengo ganas de charlar y arreglar las cosas, que todo se ponga en su lugar", indicó Centurión, que a su manera trató de excusarse: "Yo estaba fastidioso por quedar fuera del once inicial. No es que pido explicaciones cuando me sacan, pero a nadie le gusta quedar afuera del equipo. Quizás el 'Chacho' me vio con cara de orto, fastidioso. Lo notó así. Y cuando me tocó entrar... sabemos lo que me sucedió. Era el único que le tocó quedar afuera. Después, con todo el contexto de la cancha, imaginate que salí del banco para la entrada en calor (en el Monumental) y me puteaban hasta los mudos. Y me la terminé agarrando con el que no debía agarrarme. Es el tipo que me llamó, que me bancó un montón de cosas personales. El Chacho no se merecía, de corazón, que yo lo empujara. Son cosas que se arreglan en otro lado. Me queda como enseñanza", se sinceró Ricky, quien añadió: "Tuve que callar, seguir para adelante. Me entrené con los chicos, la pasé re bien, pero no sentí que fuera mi lugar. Cambia mucho. No es un escalón más o menos. Racing juega de memoria, es lindo verlo. Y es lo que más me duele: verlo desde afuera. Me sigue doliendo. Se dio así. Acá el culpable soy yo, y me hago cargo de las cosas. Me tiene que doler y servir".

Asimismo, Centurión se explayó al hablar de la villa, de su carácter y de la reacción de los hinchas. "Hay algo en la cabeza que no me funciona bien para tomar decisiones en ese segundo. ¿Por qué? No lo sé, pero en la Argentina me cuesta vivir". 

Por último, el volante se refirió a lo qué pasaría si finalmente Racing diera la vuelta olímpica. "No me sentiría campeón porque no estoy en el plantel. Reconozco que ayudé mucho, fui parte de eso. Pero no me siento completo, porque siento que arruiné esto", concluyó sin vueltas.