"No se conocieron ni fueron contemporáneos, pero sentimos que tenían que ver en su forma de trabajo, de ir por los márgenes para interpretar las cosas, que de algún modo es como nos sentimos con Piraña", cuenta Romina Grosso, cantante del conjunto que presentará este sábado a las 21 su tercer disco, El suspirante y otros ensueños, en el Teatro El Popular (Chile 2080). Grosso se refiere a las obras del creador argentino Juan de Dios Filiberto y del clown y cineasta francés Pierre Étaix. El cruce de sus estéticas y modos de abordar la cultura los inspiraron a componer siete canciones -predominan valses y milongas- y reinterpretar "el clavel del aire", de Filiberto. Piraña se completa con Daniel Frascoli, Mauro Vignetta, Pablo Odriozola y la poética de Pedro Fernández.

Gran parte del disco, cuenta la cantante, se cocinó en veladas domingueras, casi clandestinas, en un sótano de Boedo donde se cruzaban lecturas, improvisaciones con músicos amigos, teatro y un clima íntimo, propicio para afrontar el tedio existencial dominical.

La figura de Filiberto no requiere mayor explicación: hasta el mismisimo Gardel lo admiraba. Para Piraña es una inspiración desde su condición de trabajador (además de compositor, era tornero y albañil) y su abordaje innovador pero respetuoso de la tradición. La figura de Étaix llama más la atención. Grosso lo conoció gracias al ciclo Filmoteca de la TV Pública, justamente con la película El suspirante. "Me sorprendió la ternura, la forma de contar", recuerda. "Es un tipo que no te digo que fue olvidado, pero sí que es un personaje de esos que aparecen y desaparecen de la escena", señala. Étaix tuvo un fugaz paso por una de las ediciones del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, poco antes de morir.

En el disco justamente destaca el vals que compusieron inspirados en esa película. "Es diferente a lo que veníamos haciendo, no es un valsecito criollo como los demás", explica Grosso. Pese a eso, no resulta disonante ni en el marco del disco ni con el contexto de la obra del grupo. Aún más, tiene una cadencia y una melodía muy pregnantes que sirven de vehículo para contar la historia de un tipo que sale a buscar un amor que, en el fondo, lo espera en casa.

Aunque el disco se encuentra completo en distintas plataformas digitales (Spotify, Bandcamp e iTunes), su versión en formato físico es una delicada rareza. Un pliego ilustrado y un "librito" con las letras de formato muy rústico, casi de fanzine, y una portada de Adriana Gordillo Besalú que retrata la casa de Filiberto y a Étaix asomado a un balcón. "Es difícil apostar al formato no digital, pero sentimos que esto de alguna manera completa todo el trabajo".