Mientras los playoffs de la NBA van acercándose a su fin, más cerca de la próxima liga que de la actual, Los Angeles Lakers siguen sumando capítulos a su catastrófico año. Tras no clasificar a la postemporada a pesar de contar con LeBron James –finalista en las últimas ocho ediciones–, el equipo se vio envuelto en un escándalo por la sorpresiva renuncia de Magic Johnson como presidente de operaciones, una decisión envuelta en el mayor secretismo que el ídolo comunicó directamente ante las cámaras.

Tras varias semanas de conjeturas, Johnson decidió ayer explicar finalmente el porqué de su renuncia. “Gente de las oficinas de los Lakers empezó a revelarme que Rob (Pelinka, manager del equipo) estaba diciendo cosas... Y no me gustaron esas cosas que se estaban diciendo por mi espalda”, reveló el cinco veces campeón de la NBA a ESPN.

“Empiezo a escuchar ‘Magic no está trabajando lo suficiente’, ‘Magic no está en la oficina’... Hasta empecé a recibir llamadas de personas de fuera del básquet contándome que se estaban diciendo esas cosas”, agregó Johnson, quien asumió como ejecutivo a inicios de 2017 y no pudo llevar al equipo a los Playoffs en ninguna de las tres temporadas.

Por último, consultado por si había sido traicionado, el histórico base no dejó lugar a dudas. “Si vamos a hablar de traición, fue solamente por parte de Rob”, definió, apartando de la polémica a la propietaria de los Lakers, Jeanie Buss, quien también se enteró de la renuncia vía televisión.

Pelinka, ex agente que representó a estrellas como Kobe Bryant, James Harden y Kevin Durant, no tardó en responder. “Simplemente, no es cierto. Yo le apoyaba en todo lo que hizo y lo seguiré haciendo”, afirmó el ejecutivo, anunciando que estaba dispuesto a reunirse con Magic y escribir, por qué no, un nuevo capítulo de este melodrama.