Mauricio Macri esperará al resultado de la Convención de la UCR para definir sus próximos pasos. Si, como espera, los radicales ratifican su continuidad en Cambiemos, continuará con su plan de reelección. Si reclaman mayor apertura a sectores peronistas no K, seguirá la discusión en la cúpula del PRO, donde hay sectores que no verían mal una fórmula del presidente con Juan Manuel Urtubey o con Miguel Pichetto. "Todavía es ficción", advierte uno de los dirigentes que forma parte de las reuniones de campaña nacional del PRO. Y pone énfasis en el "todavía". No hay plan para una ruptura de la UCR, que en la Casa Rosada consideran imposible. Siguen las disputas internas con respecto al Plan V, de María Eugenia Vidal candidata a presidenta. En el oficialismo estiman que la masacre de San Miguel del Monte no afectará la imagen de la gobernadora bonaerense.

La primera semana después del lanzamiento de la candidatura de Alberto Fernández estuvo signada por la disputa entre --por un lado-- la línea Marcos Peña-Jaime Durán Barba, que plantea que no hay que preocuparse ni hacer cambios a la estrategia oficialista, y --por otro lado-- la del ala política, que opina lo contrario. Por ahora, viene ganando la primera alternativa. De hecho, Macri ni siquiera mencionó la candidatura de Alberto Fernández. Desde el Gobierno insisten en que el ex jefe de Gabinete no llegará al 22 de junio como candidato.

Lo cierto es que los diez puntos lanzados por Macri para dialogar con los opositores perdieron la centralidad que buscaba mantener el oficialismo, más allá del pulmotor que la semana pasada les prestó el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, con su visita a Macri.

Mientras siguen las discusiones internas y antes de dar el siguiente PASO, todo el PRO girará su mirada mañana hacia la Convención radical, donde se enfrentarán tres sectores: los radicales que quieren romper Cambiemos y armar un acuerdo con Roberto Lavagna, Margarita Stolbizer y los socialistas; los radicales que buscan quedarse en Cambiemos sin mayores reclamos; y los que pedirán, al quedarse, que la alianza se amplíe a otros sectores como el peronismo no K, que la fórmula esté integrada por un radical o que exista la posibilidad de competir con Macri en las elecciones primarias. Hasta ayer a la tarde, el titular de la UCR nacional, Alfredo Cornejo, seguía reunido con los principales dirigentes del partido discutiendo los números de la Convención. Cornejo es partidario de la ampliación de Cambiemos y llegó a sugerir que Macri podría no ser candidato.

Desde la Rosada imaginan que triunfará la posición que propone mantener a la UCR en Cambiemos con una serie de reclamos que tendrán que administrar: la ampliación de la coalición, para lo que se armaría una comisión negociadora de la UCR, que también discutiría los lugares en las listas, y la posibilidad de sumar un radical a la fórmula. En el Gobierno dejan en claro que Macri siempre tendrá la última palabra sobre quién integrará el binomio. Los nombres que suenan son los de Cornejo, Martín Lousteau (que según la semana, sube o baja sus acciones en el PRO) y Ernesto Sanz. En la Casa Rosada esperan que la comisión negociadora que formen los radicales sea la que proponga al compañero de fórmula que deberá ser validado por Macri.  

Todas las discusiones internas que se vienen dando dentro incluso de la mesa chica del PRO estarán en pausa hasta evaluar lo que definan hoy los radicales. Si piden ampliar, habrá un sector del ala política del Gobierno que intentará usarlo a su favor para intentar sumar dirigentes peronistas. Ya no descartan invitar a algún peronista a la fórmula como, por ejemplo, Urtubey o Pichetto. El titular de la Cámara baja, Emilio Monzó, al que relegaron al ostracismo por proponer algo así hace dos años, debería sentirse reivindicado.

No obstante, la línea Peña-Durán Barba sigue en el plan original, que es el que más chances tiene de prevalecer: ir por la reelección de Macri sin mayores modificaciones de la estrategia. Para eso apuestan a que el dólar no se dispare, que la inflación vaya bajando y que el Presidente repunte en las encuestas. Algo así como que las cosas se resuelvan solas. "Solo la decaída ala política propone a un peronista, y algún entorno bonaerense. Están sediciosos", indicaba uno de los consiglieri del Presidente sobre el "Plan V" que sigue latiendo.

Las versiones, difundidas por medios oficialistas, de que Macri le pegó a una mesa y le dijo a su tropa que el candidato es él no hacen más que alimentar los rumores del "Plan V". En Cambiemos, en tanto, consideran que la masacre San Miguel del Monte no afectará la imagen de la gobernadora Vidal, quien se abstuvo de hablar sobre las muertes de los chicos a manos de la Policía bonaerense.