“Quiero compartirlo con el personal de la TV Pública que la sigue remando fuerte en un momento muy difícil. Son los compañeros con los que estamos semana a semana. Otro reconocimiento muy particular y que no podemos dejar pasar es para los científicos del país que nos brindan el contenido y los insumos a diario. Cada semana vienen a hablar de sus proyectos y sus investigaciones. Este programa es el lugar donde en verdad tienen que estar: es preferible que estén aquí y no en uno de entretenimiento tratando de ganar un premio para solventar sus trabajos”, señaló Claudio Martínez, mentor de El Oso Producciones, al recibir el Martín Fierro por La liga de la ciencia. El mensaje aludió a la participación de la investigadora del Conicet Marina Simian en Quién quiere ser millonario, el show de Telefe al que se presentó porque su laboratorio –como todos los del país–, ante la negligencia del Estado, no cuenta con recursos suficientes.   

En un contexto signado por ajustes y retrocesos, la estatuilla significó una bocanada de aire para un sistema que solo sabe de malas noticias desde fines de 2015. El programa de divulgación científica es emitido por la Televisión Pública desde 2017 y se prepara para su tercera temporada. Conducido por el físico Andrés Rieznik y por la bióloga María Eugenia López, el ciclo se dedica a los avances y desarrollos del mundo del conocimiento, poner en primer plano las ideas, la creatividad y la pasión de quienes producen investigaciones en ciencia y tecnología en el país. Ambos jóvenes representan a una generación de comunicadores que contagian su pasión y su curiosidad por explorar y develar los misterios de un planeta que, todavía y afortunadamente, guarda muchísimos secretos.

“Agradecemos a Aptra por reconocer a este programa que, si bien es chiquito, tiene una fuerte y antigua tradición que viene de todos los años que hicimos Científicos Industria Argentina. Queríamos demostrar que es posible celebrar la curiosidad y mostrar que la ciencia puede ser divertida. El conocimiento es un territorio fascinante, ser ‘nerd’ ya no es motivo de burla”, dice Martínez, quien estuvo a cargo de la producción del ciclo conducido por Adrián Paenza que se prolongó durante 14 temporadas y que consiguió el galardón en cinco oportunidades entre 2003 y 2014.

“El premio llega en un momento complicado, en un contexto en que el pensamiento crítico es descartado. La principal muestra es Bolsonaro y su postura contra la educación en Brasil”, plantea Rieznik, que además de ser Investigador del Conicet realiza shows educativos de matemagia e incursiona en el stand up científico. En esta línea, propone: “En un escenario como este es fundamental que existan programas como La Liga para revalorizar el trabajo de los investigadores para el bienestar general. Queremos que los chicos, además de querer ser futbolistas, estrellas de rock o modelos, vean como un futuro posible ser científicos. Para ello debemos superar los pensamientos oscurantistas y retrógrados”. López, talentosa divulgadora del Centro Cultural de la Ciencia, opina: “Resulta raro ver a un físico y a una bióloga en la TV pero aquí estamos. Se comprobó que Dana Scully, protagonista de Expedientes X, provocó que muchas mujeres quisieran dedicarse a la ciencia. Es hora de que nos demos cuenta el poder que tiene la TV para transformar la realidad”. Y completa: “Necesitamos más mujeres en ciencia, más ciencia en la tele; como dijo el Nobel Bernardo Houssay ‘la ciencia no es cara, cara es la ignorancia’”.