El expresidente de la Conmebol , el paraguayo Nicolás Leoz falleció a los 90 años de un infarto en Asunción. El dirigente deportivo se encontraba bajo arresto domiciliario y estaba convaleciente en un hospital privado de Asunción. 

Leoz, titular de la Confederación Sudamericana de Fútbol de 1986 a 2013, era uno de los 42 exdirigentes del fútbol de las Américas y empresarios deportivos acusados de corrupción por el gobierno estadounidense tras el llamado FIFAGate, que estalló en 2015. Era investigado por el desvío de unos 130 millones de dólares de la Conmebol.

FIFAGate y pedido de extradición

Junto a los brasileños Joao Havelange y Ricardo Teixeira, así como el fallecido Julio Grondona, Leoz era uno de los hombres más poderosos en el fútbol sudamericano. Su muerte se produjo cuando el gobierno de Paraguay tramitaba un proceso de extradición a Estados Unidos.

El sucesor en el cargo de Leoz, el también paraguayo Juan Angel Napout está preso en un penal de Nueva York, Estados Unidos, castigado con 20 años de cárcel, acusado de organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero.

A Leoz, la fiscalía de Estados Unidos lo acusa de haber recibido millones de dólares en coimas a cambio del otorgamiento de derechos de televisación de torneos de la Confederación Sudamericana de Fútbol. El también exvicepresidente de la FIFA, formaba parte de un grupo de dirigentes sospechosos de haber recibido sobornos para apoyar la candidatura de Catar para el Mundial-2022.

La sede de la Conmebol en Asunción, la mayor obra de Leoz

El exdirigente promovió la construcción a finales de la década de 1990 de la sede de la Conmebol en Paraguay, un gigantesco edificio en las afueras de Asunción para el que incluso consiguió inmunidad diplomática, un estatus que el Congreso de ese país anuló después de que estalló el escándalo del FIFAGate en el 2015.

Fue abogado de profesión, profesor de historia, propietario de tierras e incluso periodista deportivo radial, según el perfil que en su momento tenía la FIFA sobre el dirigente. Se convirtió en hombre de confianza de Joseph Blatter, expresidente de la FIFA.