Todos los años, el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi) ofrece un festival que evoca y pretende multiplicar “la libertad, la solidaridad y el compromiso” que Hugo Midón expresaba en sus obras. “Nos demostró que a través del juego podemos transformar la realidad y que ‘si mantenemos vivo el niño que llevamos dentro, estamos vivos toda la vida’”, dice Verónica Parodi, directora de la casa cultural y educativa de Madres de Plaza de Mayo. Hoy, desde las 15, el ECuNHi (Avenida del Libertador 8151, ex ESMA) pondrá en marcha una jornada teatral y de libros, juegos y música para todo público. Uno de los platos fuertes es Midoneando, el cierre a cargo de artistas que trabajaron en distintas puestas del autor y director.

Los Mundo Arlequín serán los maestros de ceremonia junto a la conductora Vicky Nardone; parte del elenco de la versión actual de Huesito Caracú presentará canciones de la obra, con Julián Midón (hijo del director) en guitarra; alumnos de la Escuela Municipal de Teatro Musical de Venado Tuerto harán intervenciones actorales; Silvia Kanter ofrecerá el taller "A Midonear" junto a Gloria Ascortt y el Trío Metenté. La fiesta continuará con la presentación de Mariano “Lampa” Carneiro y su espectáculo Aguinaldo Super Star, y el cierre estará a cargo de los artistas que acompañaron a Midón en sus puestas: Gabi Goldberg, Kanter, Daniela Fernández, Diego Jaraz y Carlos March. Juntos harán Midonenado, producción artística que todos los años realizan junto al ECuNHi especialmente para esta ocasión, un repaso de pasajes de grandes obras de la dupla Midón-Gianni.

La que comenzó ayer con funciones para nivel inicial y primer ciclo es la octava edición del festival, que es una de las tres propuestas que el espacio ofrece para toda la familia (los otros son el Encuentro Literario Gustavo Roldán y el Festival de Música María Elena Walsh). “Este es un espacio para recordar a uno de los iconos del teatro y la música, celebrar la vida y obra de uno de los más grandes hacedores del arte infantil. Y un encuentro de niños y grandes, para entendernos como actores sociales y partícipes de una historia en común”, define Parodi. “(Hugo) trabajaba con los valores más humanos desde una poética bellísima y con un lenguaje sensible. Es importante seguir difundiendo su obra para que las nuevas generaciones la conozcan y disfruten. Es una obra cuyo espíritu coincide con el del ECuNHi: la construcción de una sociedad con diversidad de miradas, más justa, solidaria, democrática y bella”, sostiene la directora.
Desarrollar esta movida, cuya entrada es un bono contribución, constituye un “desafío inmenso”.

La casa de las Madres se encuentra desfinanciada desde enero de 2016. El ECuNHi sigue funcionando gracias al esfuerzo de sus trabajadores, el apoyo de los artistas que participan ad honorem y “una sociedad comprometida” que comprende su importancia y acompaña. En la tarde de hoy sábado, la sección infantil de la biblioteca del ECuNHi ofrecerá un ámbito de lectura; se proyectará la teatrografía completa Midón-Gianni en el Microcine; y habrá stands de exhibición y venta de libros junto a Boliche Rodante, de instrumentos musicales con Suflaifla Didácticos, las voladoras de Zass y los discos del Catálogo de Músicas Argentinas. 

“Si bien lo que presentaremos no es una obra con la producción de la calle Corrientes, es un material que se hace con todo, con un bono contribución como entrada, en un lugar que es de todos. Está bueno apropiarse, tomar conciencia, tener la posibilidad de compartirlo dentro del marco de una celebración. A veces esto se pasa un poquito por alto. No todo el mundo tiene 500 mangos para gastar en una entrada. Hoy sale 2 lucas ir al teatro con chicos. Está bueno que exista esta posibilidad en un momento en que lo público no está fuerte. El festival resiste a un tiempo adverso”, destaca Julián Midón. El músico y Guido Botto Fiora dialogaron con Página/12 en representación del equipo de Huesito Caracú, un espectáculo que regresó este año a la cartelera después de casi dos décadas, con dirección de Emiliano Dionisi. También participaron de la entrevista los actores de Midoneando.

--¿Cómo fueron los ensayos para un nuevo Midoneando?

Daniela Fernández: --Es fiesta. Me pasa que escucho los mismos textos y los redescubro después de años, me sigo riendo en cada pasada y con las mismas cosas. No sé si ellos (sus compañeros) son demasiado genios o yo demasiado buen público. Me siguen enganchando los textos, como si los escuchara por primera vez.

Diego Jaraz: --Midoneando implica reencontrarse con gente querida, con Hugo y con uno también. El olor a la nariz roja es el olor a todo lo que uno vivió. Es reencontrarse con una vida pasada de uno que está ahí, intacta. Abrirle la puerta y pasarla hermosamente.

Gari Golberg: --Como trabajo hace años con el material de Hugo y Carlos, no me sorprende tanto el reencuentro con él, sí estar armando algo para el escenario. Me gusta mucho lo que nos pasa y lo que le pasa a la gente cuando nos ve. No siempre estamos los mismos actores. Es una fiesta grande. Otra cosa interesante es que tenemos a Huesito Caracú de ahora.

--¿Cómo fue la experiencia de retomar esta obra?

Guido Botto Fiora: --Volver cada vez al espíritu, la esencia Midón-Gianni es una emoción total. Te reencontrás con vos, el disfrute, la emoción más profunda. Recientemente hicimos un homenaje a Hugo en los diez años de los Premios Hugo en el Centro Cultural Kirchner. Compartí escenario con March y (Roberto) Catarineu y fue emocionante. En ese espacio, con esos grosos. Todo el equipo Midón-Gianni son mis héroes de la infancia. Nací en el ‘89 y ellos son mis referentes. Desde que se empezó a gestar esta nueva versión de Huesito… el encuentro es un sueño cumplido real. 

Julián Midón: --La vigencia del material es una cosa espectacular. Huesito… tiene una vigencia shockeante. No la podés creer. Son temáticas profundas, que tienen trascendencia más allá del contexto. Uno podría decir que es un clásico, y por otra parte hay una cosa que tiene que ver con la percepción y la observación de la realidad muy aguda, muy creativa. Es bastante insólito que hace veinte años se haya hecho una obra que habla de la boleta de luz. No era un tema en ese momento instalado a nivel nacional.

Carlos March: --El festival es un punto clave en la continuidad de la obra de Hugo. Julián cuida muchísimo el material, como debe ser, y lo que nosotros hacemos es cuidarlo a Hugo, cada vez que hacemos esta revisión permanente, este subrayado de su obra. En cada cosa que agregamos o no, está todo el tiempo el cuidado del texto. La música se cuida sola. Cuando pasan los años aparecen las nuevas generaciones. Eso me parece muy movilizador. 

--Entonces, lo que actualmente se percibe con ejemplos como el de Huesito… es el carácter visionario de la obra de Midón.

C.M.: --Sí, la visión que tenía de adelantado. Yo le decía “sos el Juan de Garay de la cultura”. Otro ejemplo es Hotel Oasis. La hicimos en el ‘98 y nadie entendió nada. Era una obra para adultos. El ya estaba de alguna manera rompiendo sus propias marcas, no se conformaba con lo que había hecho. Buscaba siempre otra cosa. Desafiarse, superarse. A cualquier precio. Ahora vemos que Hotel Oasis se hace de nuevo (en El Método Kairós) y tiene otro impacto en la gente, por la temática, por las cosas que planteaba. Hugo le había puesto “comedia musical de fin de siglo”. El cambio de siglo implicaba un cambio de paradigma, de cosas que iban a empezar a caer por derrame cultural y social. 

G.B.F.:-- Fui a ver la nueva versión hace dos semanas. Criar un bebe entre tres personas es algo que está sucediendo. Quizá sucede desde siempre, pero ahora es más visible. Tengo un grupo de amigues que está haciéndolo. En la obra se muestra sin problemas, como algo que fluye naturalmente, sin ningún juicio ni prejuicio. Terminé llorando a mares.

J.M: --Poca gente fue a ver la obra en los noventa, no fue un éxito, pero hubo quienes se conmovieron profundamente. El estaba saliéndose de los límites.

C.M.:-- La prensa no sólo no la aprobó. La destrozó. No podía perdonarle a Hugo el hecho de hablarles a los adultos al mismo nivel que a los chicos. Yo me sorprendo de las veces que nos dicen “soy actor por ustedes”. A Guido supongo que le pasó.

--Botto Fiora, ¿a vos qué te fascinó del mundo Midón-Gianni cuando eras chico?

G.B.F.: --La manera en que sintetizaban en escena lo importante de la vida. Lo humano, lo cercano, los encuentros, los vínculos, la mirada, los viajes, la curiosidad, el juego, la búsqueda de justicia, y de una manera tan lúdica, brillante, musical, sensible. Con tantos matices y capas. La palabra “artista” se usa mucho y es polémica. Creo que Hugo y todes les que están acá son artistas. Lo que crearon Hugo y Carlos son obras de arte que interpelan, vigentes en todos los tiempos, transforman. Formar parte es un lujo.

C.M.: --Se me vienen a la mente las cosas que defendía Hugo. No eran habladas en reuniones, no era un amante del discurso… su obra hablaba por él. A través de los años y las obras fui creciendo, formándome como persona y artista, casi sin darme cuenta. El era maestro de grado, podría haber caído en las formas del maestro ciruela, pero era todo lo contrario. Lo tengo incorporado en el cuerpo; no necesito una clase de nada. Una cosa fundamental de Hugo es que él quería actores. Primero elegía a los actores, que también cantaban y bailaban. Ahí está la clave de lo que hacía: era un gran seleccionador de elencos. La columna vertebral era la credibilidad, la verdad desde la actuación. Después incorporaba el canto y el movimiento. Casi sin pensamiento. El que cantaba era el personaje, buscaba ese respeto por la técnica y la parte estética, y no soltar nunca al personaje. En la comedia musical no había mucha formación para eso.

D.J:-- Recuerdo el espacio de libertad que Hugo proponía para la creación. Tenía claro qué quería y qué no, pero era un juego total. Tengo ese perfume de un chiste y otro, cómo se iba armando y creando. Cuando dirijo todo esto está presente. Uno mamó eso. Y adhiere. Cuando hacemos cada obra de Hugo es puro disfrute, no sólo por lo que siente el público, sino también por lo que sentimos como actores.

G.G.: --La inteligencia de Hugo era sacar lo mejor de cada uno de nosotros.

J.M.:-- Cuando se hace una obra para chicos se toman ciertas consideraciones. Pero a fin de cuentas, no deja de ser cuidar ciertas cosas. No es otra la cabeza. Esto es teatro para todos. Es un material que nos toca. En Huesito… hay más grandes que chicos. Y todos la pasan bien.

--¿Cómo creen que dialoga el ECuNHi con este festival? 

G.G.: --Creo que Hugo hubiera elegido estar donde estamos. Es un espacio que lo contiene. Que en medio del horror y la tristeza esté floreciendo la cultura no es poco. Hace ocho años nos venimos encontrando y hace cuatro que nos venimos necesitando fuertemente. Volver a encontrarnos es un sentimiento muy necesario.

D.J.: --Las palabras de Hugo en un ámbito como este cobran otro significado, resuenan mucho más lindo. A un espacio que vivió todo lo que vivió, qué mejor que llenarlo de arte y de vida, más que transformarlo en un museo. 

J.M.: --El paradigma detrás de estos espacios es bañarlos de un nuevo significado y esencia, creo que es el diálogo más importante con ese lugar. Es el espacio cultural de Madres de Plaza de Mayo, más que eso no hay en cuanto amor, resignificación y dar vuelta la moneda. De entrada me puse a disposición total de este festival. No soy así con todo. Lo siento como un honor.


Textos y canciones inolvidables

Silvia Kanter, quien no pudo estar presente en la entrevista con este medio junto a sus colegas de Midoneando, sostuvo: “Recordar a Hugo de esta manera, en este festival, es recordarlo como a él le hubiera gustado. El espacio donde se realiza sostenidamente este festival, el modo en que está organizado, cómo se selecciona aquello que forma parte del mismo, honra y exalta sus virtudes”. También destacó “la justicia, los valores, los vínculos humanos, el don de la creatividad” presentes en la obra de Midón. “Se despliegan en el tiempo que se desarrolla el encuentro y nos volvemos a conectar con su espíritu en las diversas propuestas y además con sus escritos y canciones inolvidables”, concluyó.